"Las palabras no son capaces de expresar todo lo que lo siento al estar junto a ti."Anónimo.
Shiho
Estaba hundida en mis pensamientos sobre una historia de misterio que me recomendó un profesor para entender mejor el Rigor Mortis, cuando de pronto sentí una mirada sobre mí.
Levanté la mirada para encontrarme con un chico azabache y de hermosos ojos azul cobalto, una sensación en mi pecho me hizo asustarme, no me gustaba, iba a decirle algo pero las palabras no me salían, odio que me miren así, me hace sentir extraña... me hace sentir insegura sobre mí misma.
El color de sus ojos azul cobalto y su cabello negro resaltaba más debido a su pálida piel, eso hacía estragos en mi mente y en mi estómago, lo odio, solo empeoró al verlo sonreír.
¡Una persona no puede ser así de sexy!
—Hola. —me habló él con un tono embobado.
Cálmate, cálmate, nunca jamás te sonrojes frente a nadie, especialmente frente a él. —me dije mentalmente a mí misma.
Traté de sonreírle tratando de ocultar mi nerviosismo, pero no salió como lo pensé, sentí que más bien fue una mueca.
¡Agh!, ¡Soy de lo peor! —cerré el libro y me fui de allí. —¿Por qué soy así?, por eso es que a nadie podría gustarle... Soy un fracaso como ser humano.
Di un suspiro y me fui a mi próxima clase, cuando vi unas gotas de lluvia cayendo por la ventana, di unos pasos hacia atrás y levanté la cámara que tenía en mi cuello, enfoqué la cámara viendo como se deslizaban como si la ventana llorara.
Unos segundos después revisaba las fotos de la memoria, estaban bien...
Esto es lo único que me tranquiliza, me llena el corazón ver las fotos que tomo, aunque no se las muestre a nadie...
Siempre he estado sola, tal vez sea mi intelecto o cualquier otra cosa que afectó mi capacidad sentimental, puedo entender lo que me dicen, pero simplemente no soy capaz de sentirme mal por las personas, soy extraña, tengo miles de defectos, nadie me entiende y el solo hecho de tener sentimientos... me da miedo... enamorarse es la tragedia más grande del mundo.
No quiero que me hieran, por eso lo hago primero, aún así ese chico hace que me duela el pecho... mucho.
——————
Iba caminando hacia la sala del club de Fotografía, cuando delante mío vi que Shinichi Kudo se encontraba caminando de un lado a otro en el pasillo, parecía perdido, como si tuviera que ir a un lugar y no supiera cómo.
Por alguna razón él se jalo el cabello desesperado. Decidí ayudarlo un poco, debido a la expresión que tenía.
—¿Qué haces ahí? —pregunté con curiosidad al ver al chico tan frustrado, hasta me daba un poco de gracia, es muy divertido mirarlo.
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Como Amar
Hayran KurguEstoy cansada de ese chico, sus ojos me miran como si me comprendiera, como si viera mi alma, me siento vulnerable, todos los escudos que construí fueron derribados antes de que me diera cuenta... yo... lo odio. No pude evitar cautivarme por sus ojo...