Querido Nicholas,
Aprenderme tu nombre resulto fácil, me gusta como suena cuando se pronuncia en voz alta, es como música.
La verdad es que al principio no quería ir a la fiesta de la facultad porque tenía miedo de que me molestaran o de que tuviera que quedarme solo, a veces eso me sucedía en la escuela y por eso deje de ir. No sé porque te cuento todo esto, pero cuando Hannah me dijo que tú también ibas a estar ahí, me animé. Solo quiero entender si realmente te caigo mal, y aunque nunca te lo diga, lo lamento.
Llevaba años sin ponerme maquillaje y eso también me hizo sentir mucho mejor, el negro siempre ha sido mi color favorito y mis nuevas amigas en la facultad me animaron a hacerlo, cuando me miraste sentí que el mundo se había parado bajo mis pies, pero de nuevo, parecías estar molesto y yo preferí estar lejos. Quizá es verdad que no te caigo bien.
Quería darte la mano cuando Hannah me dijo como te llamabas, tenía mucha curiosidad por saber si tus manos serían tan grandes como tú, y si, por el contrario, estarían suaves. No sé porque he pensado en esas cosas, al final preferí no hacerlo porque la manera en la que miras me hace sentir intimidado.
Me gustó como se veía tu cabello, con la cabeza casi rapada, papá se hacia ese peinado cuando iba en el ejercito y me pareció muy creativo que tu lo llevaras solo por gusto.
Te vi irte con una chica hasta el segundo piso y me sentí muy extraño, me dio un poco de envidia que puedas hablar con ella, aunque no sé de que podría hablar contigo, me gustaría volver a escuchar tu voz porque me pareció un sonido muy agradable.
Sé que no controlo bien el alcohol, pero recibí varios tragos porque Hannah estaba contenta y yo quería sentirme igual, al final ambos terminamos en bastante mal estado y Chris me dijo que estaba en un pequeño aprieto, que quizá tendría que irme solo y eso me dio miedo.
Vi que bajaste de la habitación y Chris te pidió que me acompañaras a la residencia, hubiese querido decirle a Chris que no te molestara, pero en ese momento sentía que si me levantaba iba a caerme de inmediato. Sé que cuando alzaste la voz estabas hablando de mí y lamento mucho haberte molestado, yo podía irme solo, de verdad, solo tenía que levantarme y quizá la lluvia me ayudaría a estar más sobrio y podría llorar sin que pareciera extraño. No sé porque quería llorar.
Despedirme de Hannah me hizo sentir indefenso y solitario, y cuando baje las escaleras te juro que planeaba irme solo porque lo que menos quería era molestar, pero no me dejaste. Tienes mucha fuerza, ya lo imaginaba por el tamaño de tus brazos, pero de cualquier manera me resulto impresionante, nunca me sentí tan ligero como cuando me tocaste. Todavía tengo un par de cardenales en el brazo.
De seguro para cuando los moretones desaparezcan, tú te habrás olvidado de que me acompañaste a la residencia, aunque no tenías que hacerlo y eso me hizo sentir feliz.
Espero que no pases frio.
Con amabilidad,
Mateo.
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Querido Nicholas,
RomanceCuando Nicholas termina la única relación en su vida que lo ha hecho sentir vivo, se refugia en el alcohol y está dispuesto a hacer cualquier cosa para olvidar a su exnovia. Y entonces conoce a Mateo, tan tímido e inocente como para ser irreal. Nic...