tres.

637 129 17
                                    

Estuve todo el fin de semana retraído pensando en que quizá no sea buena idea que seamos amigos, sé que no te caigo bien y no me quiero convertir en una molestia. De todas maneras, pronto tendré que dejar la habitación de Chris y ya no habrá razón para cruzarme contigo. Lamento mucho eso, me hubiera gustado poder decirte que los tatuajes en tu pecho son bonitos.

No sé porque quiero decirte cosas, si lo más probable es que nunca quieras escucharme. Creo que eso esta bien, me gusta sentir las cosas de esta manera, aprendo a entenderlas y eventualmente a dejarlas ir. No me gustaría que fueras un fantasma, pero dudo mucho que llegues a leer estas cartas alguna vez.

Chris había comentado que tenías problemas para conciliar el sueño, que ya no utilizabas medicación para eso y que le preocupaba que combinaras pastillas para dormir con alcohol. Yo nunca suelo beber, papá bebía mucho y decía cosas que no eran tan agradables. O a veces decía que me quería, pero que tenía que irse. Y siempre se iba, ¿sabes? Hasta que un día no regreso, pero eso estuvo bien. Yo intenté hacerme cargo, solo que no tuve mucho éxito. Mamá decía que necesitaba un hombre de verdad.

Tal vez en el fondo soy una mentira, soy de papel, de confeti. Algo que se puede esparcir por el aire hasta perderse, una especie de decoración para entretener.

Supongo que estabas borracho y por eso te quedaste dormido aquí conmigo. Es agradable verte dormir, cuando estás despierto pareces estar enojado (seguro lo estas, conmigo) pero dormido parecías estar en paz, y creo que la paz le sienta bien a todo el mundo. ¿Estas enojado por que no estas en paz? Ojalá pudiera ayudarte, aunque quizá yo tampoco lo estoy, pero juntos podríamos arreglar un poco el desorden.

De esa noche solo puedo recordar el acostarme en la cama de Chris y verte dormir, no sé que pasó antes y no sé si deseo recordarlo. ¿Hice algo malo? ¿Soy algo malo? Prefiero no preguntarte.

En la mañana me...asustaste. Sé que no hubiese sido bueno que Chris nos encontrara dormidos en la misma cama, pero él entendería que nada podía pasar entre tú y yo...nunca. Porque bueno, tú nunca pensarías así sobre mí, ¿verdad? No quiero saber la respuesta. Aunque...seguro estoy loco, y quizá si me atreviera a preguntártelo me ganaría un golpe en la cara, pero...Me pareció que cuando despertaste y me dijiste que no hiciera ruido, bueno yo...yo sentí algo. En la parte baja de la espalda. Tal vez estoy loco. Si, es eso.

Porque me pareció que...te sucedía eso que nos pasa a los hombres a veces, no quiero decirlo, lo siento, es vergonzoso. Seguro estoy alucinando.

No soy excepcional para decir mentiras, pero me alegra que Chris me haya creído lo de la puerta, tus amenazas y tus brazos me dan miedo, pero tus ojos me resultan muy bonitos. No creo que seas malo, solo siento que no tienes paz. Tal vez no escriba más cartas, tal vez no vuelva a verte y eso esta bien. No es cierto.

Ojalá sigas durmiendo bien, como aquí. Y que en todos tus sueños veas cosas buenas, yo a veces tengo pesadillas y no es muy agradable.

Duerme bien, Nicholas. Si te veo alguna vez, quizá sueñe contigo y eso me haga sentir feliz.

Con aprecio,

Mateo.



Se me olvido subir la carta correspondiente, perdón, perdón. 

xoxo 

-Mara.  

Querido Nicholas,Donde viven las historias. Descúbrelo ahora