Nada Es Lo Que Parece

Capítulo 1

- "La famosa Samantha Gilabert acaba de inaugurar anoche la primer academia de música para niños con hipoacusia neurosensorial, ahora se encuentra buscando personal que no tenga miedo a trabajar con estos niños,  como le sucedió a ella de pequeña,y comenzar a trabajar cuanto antes" - leía Eva en uno de los tantos artículos acerca de la inauguración del lugar

- Que genial, ¿no? Solo espero que haya niños que se animen

- Pero Sam, si ya hay muchos interesados e inscritos incluso

- Pero ¿y eso tu como lo sabes? 

- Cariño ¿acaso no ves tu móvil? Maialen lo puso hace rato en el grupo - Maialen era la otra mejor amiga de Sam en Madrid y era ella la que había ido temprano por la mañana a inscribir o dar información a los interesados

- Emmmm, no. Es que anoche lo apagué porque no quería ver nada respecto a la inauguración, me iba a agobiar y hoy iba a estar insoportable y desvelada

- Eso no te lo contradigo, me alegro que lo hayas hecho, pero... ya son las 10 de la mañana, ¿y si Mai necesita algo? 

- Ella sabe perfectamente que si no estas allí con ella, estarás conmigo Eva

- Es verdad. Bueno mucha charla pero aun no te arreglaste y debemos ir a la academia 

- Bueno mamá, ahora me arreglo y vamos - ambas se rieron a carcajadas y Sam fue a cambiarse 

Eva, Maialen y Samantha se habían conocido en una reunión de  compositores, la primera a la que había asistido Sam cuando llegó a Madrid. Lugo de eso, quedaron un par de veces y se volvieron inseparables. Lo cierto es que ellas dos se volvieron su pilar, se entendían a la perfección y conocían todo por lo que había tenido que pasar ella antes de ser la joven famosa que es hoy. Intentaban hacer lo que fuera posible para que Sam no se sintiera sola porque sabían que sus momentos de soledad eran sus momentos de mayor vulnerabilidad y cuando mas propensa estaba a sufrir ataques de pánico.  Las tres saben que no siempre podrán evitar que esos ataques sucedan, que no siempre podrán evitar hacerle compañía, pero Sam aún no se sentía lo suficientemente segura para enfrentarlo sola. 

Eva también es cantante para la firma discográfica Warner y hace un año había culminado sus estudios como profesora de interpretación y ejercería esta profesión que tanta ilusión le hacía en la academia de Samantha. Por su parte Maialen también es cantante pero forma parte de un grupo que comenzó con su amigo de la infancia, Bruno, y que ahora son pareja, y con otros chicos que se fueron sumando con el tiempo, ella también trabajaría en la academia pero como profesora de guitarra. Ambas tienen su gran cantidad de seguidores, son excelentes cantantes y su talento es increíble. Tanto así que cuando las tres salen a algún lugar, es imposible que a las horas no sean noticia. 

Tambien es cierto que, a pesar de su fama, las tres son chicas humildes. Si algun fan quiere sacarse foto con alguna, se paran sin ningun problema, todo mientras haya respeto de por medio. Son muy agradecidas con su público porque, al fin y al cabo, son ellos los que confiaron en su música y las apoyan incondicionalmente.  

- Titiiii, ya me había resignado a no verte hoy - la saluda Maialen apenas la ve cruzar por la puerta

- Lo lamento Mai, Eva me distrajo y ya verás como se nos hizo tarde por eso

- Oye Sam, que estoy aquí no lo olvides - se quejaba Eva ante las acusaciones 

- Era bromi, ¡¡no te enojes!! Hablando en serio Mai, apagué ni móvil para no agobiarme con los comentarios y ya no lo encendí por la mañana

- Lo entiendo, no te preocupes ¿Como pasaste la noche? - esta vez había preocupación en su voz. Samantha no solía pasar buenas noches a causa de las pesadillas que la invadían, y se habían dado cuenta que eran mucho peores cuando ella estaba nerviosa por el lanzamiento de algo nuevo, y como esto era aún mayor, le preocupaba su amiga