La llamada que había recibido Flavio era de esas llamadas que te dan escalofríos, que te crean un nudo en el pecho por el mal presentimiento que te generan. Quizás no haya motivos, pero cuando se trata de algún ser querido, nuestro inconsciente siente que algo malo está por ocurrir. El identificador de llamada decía "Bea" si, pero en ese mismo instante Flavio supo que algo no iba bien, y al escuchar la voz al otro lado de la linea, confirmó sus dudas. No era Bea, ni Carlos ni sus padres. Era una voz que no había escuchado nunca antes. Era una mujer que comenzó a hablarle calmadamente, a medida que iba saliendo una palabra tras otra de su boca, Flavio se desesperaba aún más, no quería que le siguieran dando vueltas al asunto, quería saber en ese mismo instante si su familia estaba bien o no.
- Si, soy su hermano. Mis padres y mi cuñado estaban con ella
- Señor Fernández, soy la oficial Sanz, lamento informarle que su hermana junto con una mujer y otros dos hombres tuvieron un accidente automovilístico- tras oír eso miró fijamente a Gerard que no comprendía que estaba ocurriendo y no pudo emitir palabra en ese momento, se le cruzaron mil y un imágenes o escenarios posibles en su mente, su familia acababa de tener un accidente - ¿Señor Fernández?
- Si, perdón. Pero ¿donde están? ¿Cómo están?
La oficial no respondió la segunda pregunta que le hizo, simplemente le dijo a donde debía dirigirse y Flavio se levantó con la intención de irse directamente hacia allí. Hasta que recordó que en poco menos de una hora debía recoger a Luz. Y se maldijo a si mismo porque no sabía como hablaría con su sobrina acerca de ello, sus padres acababan de tener.
- Gerard necesito que me hagas un favor
- Claro amigo, lo que quieras
- Mi familia tuvo un accidente y debo ir a ver cómo se encuentran pero Luz aun no sale del colegio, ¿Podrás retirarla por mi? Yo avisaré que vas tú
- Por supuesto Fla, ve tranquilo
- Gracias amigo
- Flavio, espero que tu familia esté bien
- Y yo Gerard, y yo
Flavio tomo un taxi hacia la casa de su hermana para recoger el coche de sus padres e ir en él, en ese momento no le importaba no tener licencia, era algo urgente y por la dirección era lejos de allí. Escribió la dirección en el GPS y puso en marcha el coche con la esperanza de que pudiera ver a su familia allí.
Tras veinte minutos en carretera, el GPS le avisó que a pocos metros se encontraba su destino. No pudo evitar extrañarse por ello, se suponía que la dirección que le había dado la oficial era de un hospital, ¿o no? Ni siquiera se lo había preguntado. A lo lejos alcanzó a ver luces de ambulancias y de los coches de la policía. Su ritmo se aceleró y sus manos comenzaron a temblar, descendió del coche con miedo, el nudo del pecho parecía hacérsele mas grande con cada paso que hacía, no lograba ver nada porque los vehículos estaban estacionados a modo de cierre de la ruta. Mas allá de ellos, el único vehículo que alcanzó a ver era un camión, pero el auto de su hermana no aparecía
- Señor, disculpe no puede pasar - le dijo una oficial una vez que llegó hasta allí, en su uniforme alcanzó a leer el nombre de la mujer " Oficial Linda Sanz", era la mujer que lo había llamado
- ¿Oficial Sanz? Soy Flavio Fernández, usted me llamó- dijo con la voz entrecortada y llena de miedo, tanto que apenas se lo escuchaba- ¿Y mi familia? ¿Por qué me llamó aquí? ¿No deberían estar ya en un hospital o están bien? Por favor digame algo - ahora ya comenzó a sobresaltarse, no entendía porque aún no habían llevado a su familia a un hospital, ya había pasado un buen tiempo
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Nada Es Lo Que Parece
FanfictionLas apariencias engañan, es un dicho muy popular. Podemos aparentar ser alguien que no somos y demostrar algo que no sentimos por el simple hecho de querer ahorrarnos preguntas.