Nada Es Lo Que Parece

Capítulo 20

- Maialen, ¿me lo estás diciendo de verdad? 

- Si Titi. Estoy tan confundido como tú y la verdad no se si alegrarme o no por esa noticia

- Es que... es una putada Mai. ¿Cómo se lo tomó?

- Dudo que lo haya tomado bien, solo me mandó un texto diciéndome y pidiendo que te lo cuente

Samantha y Maialen se encontraban en la oficina de la primera almorzando. Flavio había tenido una breve reunión con la asistente social que lleva el caso de Luz porque tenían novedades. Si bien el no era pariente sanguíneo y le habían quitado la tutela otorgada por su hermana, lo mantenían al tanto porque sabían que el no se daría por vencido en el intento por recuperarla. Y la noticia que le habían dado te la podías tomar de dos maneras: o mal, o bien. La madre de Luz estaba viva, en algun lugar de España o del mundo, pero viva. Diez años habían pasado desde el nacimiento de esa pequeña y resulta que su madre la abandonó. 

Desde que supo que Luz era adoptada, Samantha pensó que quizás sus padres habían muerto, pero nunca se esperó que la hubiesen abandonado en un orfanato. 

- ¿Supiste algo más de él luego de ese mensaje?- le preguntó a su amiga después de haber dado varias vueltas alrededor de su oficina maldiciendo al mundo por aquello

- No Sam - asintió a la respuesta y salió en busca de Gerard que estaba en la sala de piano

- Hola Gerard, ¿sabes algo de Flavio? 

- De hace varias horas que no Sam, se que está en su casa porque fue allí luego de visitar la tumba de su familia, eso me mantiene un poco tranquilo

- ¿Aún tienes la copia de la llave de su casa?

- Claro, ¿irás... a verlo? - preguntó mientras buscaba las llaves en su mochila

- Aunque él no quiera verme lo haré, sé que no está bien y aunque él diga que quiere estar solo yo sé que necesita de alguien que le diga que todo estará bien - el chico tomó las llaves y se las dio, ella le agradeció con un abrazo y salió de la sala 

- Samantha - ella se dio vuelta a mirarlo- Gracias - asintió y se marchó. 

No negó el nudo de nervios que se le formó en su estómago ese momento. Llevaban tiempo sin verse y temía que la corriera. Tocó el timbre y llamó a la puerta, pero no obtuvo respuesta, entonces la abrió. 

La estampa con la que se encontró le hizo saber que no él no estaba bien. Partes del suelo de la sala estaban cubiertos por trozos de vidrio y porcelana y por flores que fueron estampsdas contra él de la misma bronca. Los almohadones del enorme sofá que estaba en plena mitad, estaban dispersos por todos lados, algunos incluso habían llegado a derribar un par de cuadros que estan colgados en la pared. Viendo aquello pudo saber que apenas llegó a casa, desató su furia contra todo. 

Pero, en ese momento, el no estaba. 

Lo buscó en la cocina que estaba cerca la sala y lo buscó en el patio trasero, sin resultado alguno. Entonces, subió por las escaleras. Con sigilo, abrió la puerta de cada habitación buscándolo.

Y nada.

Hasta que llegó a la habitación de la pequeña. Y lo encontró. Estaba sentado en el suelo apoyando su espalda contra la cama y observando unas fotos 

- Imagino que son sus fotos de pequeña - dijo con dulzura y serenidad para no asustarlo ni incomodarlo

- Luz me dijo que las tenía guardadas aquí por si las quería ver algún día 

- ¿Cómo estás? - era una pregunta mierda, sentía que lo único que obtendrías sería un típico "nada" que usamos cuando no queremos explicar nada. Pero fue así