Capítulo 29

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Los días siguieron pasando y la relación de Samantha y Flavio había progresado a pasos agigantados desde aquella cena, ahora se quedaban a dormir en la casa del otro para poder pasar mas tiempo juntos porque durante el día sus obligaciones no se lo permitían al cien por cien. 

Para suerte de ambos, el verano estaba al caer y eso significaban vacaciones del estudio y, por lo tanto, mas tiempo para pasar juntos y con Luz, aunque para disfrutarlo más tendrían que entregársela y las vueltas que les estaban dando eran terribles. 

Los jueces de familia y los asistentes sociales siempre buscan lo mejor para los niños que están en adopción y cuando su madre o padre biológicas aparecen, se inician las visitas e investigaciones para decidir si están dadas las condiciones para que el niño sea restituido a su familia o sí tendrían que entregarlo en adopción a otra familia interesada. 

Esta semana habían comenzado las entrevistas a Nat, con ella no realizarían visitas al hogar para ver las condiciones en las que se encontraba ni nada por el estilo, el problema, y la razón, por la cual ella no quería que le restituyan a Luz era su depresión y los jueces se encargarían de averiguar hasta qué punto era verdad aquello. Las entrevistas serían periódicamente y, una vez finalizada esa parte del proceso, comenzarían con los tramites de la adopción. 

Mientras tanto, las visitas diarias de Sam o Flavio a Luz continuaban. 

Ese día había ido Sam a verla en un momento que tuvo libre de la academia. Pasaron un momento especial como siempre suelen hacerlo, dedicándole a la música, que nunca había dejado de hacer ella ahí. 

Al salir, se encontró con Nat que salía de una entrevista 

- Hola Samantha, ¿qué tal? 

- Nat, muy bien, saliendo de ver a Luz, ¿y tú?

- No muy bien, voy saliendo de una entrevista y la verdad es que me agobian un poco que me acribillen a preguntas 

- Ya, lo entiendo

- Sam yo... quiero hablar contigo de algo, ¿podemos ir a tomar un café?

- Claro, no tengo problema. Vamos. - no podía negar que le resultaba un tanto extraño que quisiera hablar con ella pero claro que no se quedaría con la intriga

- Mira no quiero dar muchas vueltas a este asunto porque me hace sentir peor - le confesó una vez que se sentaron en un café cercano e hicieron sus pedidos.

- Perfecto, me parece bien

- Esa noche que internaron a tu padre - comenzó a contar visiblemente nerviosa- Luz me contó que tu estabas buscando a tu hermana, a esa hija que tu padre nunca pudo conocer y que habían dado en adopción, ¿cierto?

- Si, cierto

- Bueno, yo... como no sabía nada de ti, comencé a buscarte en las redes para saber de donde venías y ver si había alguna foto tuya con tus padres o algo así.  

- Okey, no entiendo a donde quieres llegar Nat, ¿puedes ser más directa?

- Yo soy adoptada Samantha y puede que haya alguna posibilidad de que la mujer que buscas sea yo porque, por si no lo notaste, somos bastante parecidas y eso me hacer pensar que puede ser cierto - la cara de Samantha se transformó en un poema, estaba boquiabierta con lo que acababa de oir, ¿sería cierto? - mira no tienes por qué creerme a la primera porque ni siquiera estoy segura de esto pero me gustaría saberlo. ¿Crees que tu padre estaría dispuesto a hacerse una prueba conmigo? ¿O tú? 

- Madre mía- comenzó a hablar luego de intentar procesar la información- yo... no sé qué decir Nat. Es cierto que, desde que te conocí, me pareció un tanto extraño nuestros parecidos pero nunca se me cruzó por la cabeza que podrías...

Nada Es Lo Que PareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora