Nada Es Lo Que Parece

Capítulo 16

Esa terminó siendo uno noche de desahogo, todos y cada uno de los presentes había estado atravesando por momentos complicados, si no era por cuestiones laborales era por amor. Hasta que llegó la medianoche, momento en que salía el single, cada uno contó sus problemas, buscando en los demás algún consejo o alguna palabra de aliento para afrontarlo mejor, o quizás, simplemente buscando un oído que los escuche. En ese caso fueron varios oídos. Salvo por el de Luz, que había decidido tomarse una siesta hasta que sea el momento que tanto esperaba.  

Quien empezó fue Eva. Ella y Hugo habían comenzado una relación hace poco, no era un noviazgo aún, pero estaban el uno para el otro, y eso le ayudó a sobrellevar mejor las cosas. El problema era que ella había decidido dirigir una obra de teatro, un estilo musical, era algo con lo que siempre había soñado y, además, había conseguido productores y patrocinadores, el asunto estaba en la falta de actores y actrices. Hacía dos semanas que habían empezado con el casting y la cantidad de postulantes se podía contar con los dedos de la mano, y aún sobraban, para colmo esos pocos, parecía que habían ido por probar suerte sin saber siquiera de que se trataba el casting. Ella estaba muy desilusionada porque, si no conseguía elenco pronto, se quedaría sin equipo. 

Todos le prometieron que pensarían cómo solucionar el asunto del elenco, ofreciéndose ellos incluso si no conseguían a nadie. 

Quién prosiguió fue Anaju. Ella laboralmente no podía estar más que feliz. Había conseguido que una discográfica la fichara y estaba muy feliz con el videoclip que había hecho, el primero y además con guión propio. Pero, lo malo estaba en su vida amorosa. Su novio de años, con quién se había comprometido hace un par de meses,  la estaba engañando. Ella misma los había descubierto en la cama de el cuando ella había ido a visitarlo de sorpresa. Nada más ni nada menos que cuando cumplían un aniversario más de noviazgo. Estaba muy dolida porque ella lo adoraba y ya se había imaginado una vida a su lado. Todo el grupo lo maldijo pero también la alentaron a salir adelante porque si él le hizo eso entonces no la merecía.  Ella asistió y los abrazó. 

Siguieron Maialen y Bruno. Ella siempre positiva, sabiendo que pronto se resolvería todo, contó que hace un tiempo que no conseguían un lugar donde tocar con su banda. Económicamente los bares estaban atravesando un momento muy difícil porque la concurrencia de la gente había disminuido. Además de la academia, eso era de lo que vivían por lo que estaban llegando justo al mes con el alquiler y las expensas. De igual manera, a ninguno se les borraba la sonrisa del rostro. Otra de sus inquietudes era que querían enviar a varias discográficas sus composiciones. 

En ese momento Hugo les propuso componer en conjunto y presentarlo en su discográfica. Además de profesor de baile, hace dos años que es artista de Sony. Últimamente se siente muy estancado en sus composiciones, siente que necesita dirigirse por otro camino. Entonces, les propuso a ambos hacer aquello para que, de esa manera, no sólo el puedo salir de ese atasco sino también para hacerlos conocer con otros artistas y hablar con sus jefes para que les den una oportunidad.

Los tres se abrazaron porque la idea les había parecido una maravilla. 

Gerard por su parte, tenía problemas del corazón, como el mismo lo llamó, hace un tiempo conoció a una chica en un bar y comenzaron una relación sin compromiso. Con el tiempo, las horas que pasaban juntos iban en aumento, hasta que, hace una semana, ella le propuso tener una relación en serio porque ella sentía algo mas por él. A pesar de sentir lo mismo, él la rechazó, por miedo a que saliera mal y ahora se arrepentía. Sus amigos le recomendaron invitarla de nuevo al bar y que le cantase una canción de amor y arreglara todo, que no la dejara ir. 

Finalmente llegó el turno de Samantha y Flavio. Fue ella quien habló primero, les contó lo mismo que a el hace unas horas y todos la abrazaron, y le manifestaron su sorpresa por haber soportado todo ese sufrimiento. Maialen y Eva le sonrieron orgullosas por poder sentir la confianza de contarles todo aquello. Su amiga había hecho un enorme progreso. También le dijeron que no se diera por vencida.