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Capitulo VI

A la mañana siguiente Nayeong se despertó de golpe cuándo sintió su corazón latir con fuerza, algo estaba mal, lo sentía, se levantó rápidamente saliendo a toda prisa de su cuarto, Jeongeon se despertó asustada tras escuchar la puerta cerrarse de golpe, la alfa corrió hacia la habitación de su pequeño Felix, era demasiado temprano, la neblina aún se apoderaba del campamento, cuando estuvo frente a aquella habitación sintió su estómago revolver, el aroma que emanaba de ahí era fuertemente amargo, abrió la puerta de golpe contemplando el cuerpecito de Félix en posición fetal rodeado de ropa, como si este hubiera hecho un nidito, se acercó en seguida, su hijo estaba demasiado pálido con los labios algo moraditos y la respiración bastante lenta, -Felix, cariño despierta, mami está aquí, por favor- susurróo Nayeong conteniendo sus lágrimas y preocupación, Felix abrió levemente sus ojitos, -Binnie…-susurro el castaño volviendo a cerrar sus ojos, -¡¿Qué pasa Nayeong!?- entró con preocupación Jeongeon al cuarto tras olfatear el amargo aroma, se acercó a ambos aguantando las ganas de llorar, -Ve por Chan, deprisa- ordenó la castaña a su omega mientras sostenía la cabeza de Felix en su pecho para darle un poco de calor, ya que el pequeño estaba algo frío. La omega sin perder tiempo salió disparada al cuarto de Chan; Changbin se encontraba acostado en una cama improvisada que le había hecho el alfa, en toda la noche no pudo dormir ni un segundo, cada hora de insomnio era peor que la anterior, el pecho de Changbin se encogía, algo estaba muy mal con Felix. Depronto, escuchó cómo la puerta fue golpeada bruscamente, alarmado, Chan se levantó y abrió esta con molestia, apunto de gritar, ¿quién carajos lo había despertado de esa forma?, pero su rostro se suavizóo al ver a Jeongeon con el rostro empapado en lágrimas, por-por Dios Jeongeon, ¿Qué sucede?- preguntó alterado el alfa, -es Felix- soltó sollozando, esas palabras fueron suficientes para que Changbin se parara y saliera corriendo de la habitación, corrió con todas sus fuerzas, soltaba lágrimas amargas y cuando llegó al encuentro con Felix este estalló en un mar de llanto observando al pequeño desfallecido sobre su camita mientras su mamá lo abrazaba y lloraba a su lado, el amargo aroma que emanaba picaba mucho su nariz, se acercó rápidamente y arrebató de las manos de Nayeong, el cuerpo del castañito juntandolo al suyo con un cálido abrazo y, soltando feromonas para despertar a su menor. De inmediato Felix busco con la cabeza y los ojos cerrados el cuello del mayor, cuando lo encontró posó su nariz en este y aspiró profundamente el aroma a pino y frambuesa mientras una sonrisa se posaba en su rostro que poco a poco recuperaba el color, -te extrañe alfa- soltó en un susurro al oído de Changbin, el cual solo abrazó con más fuerza su cuerpecito,  contrario enterrando de igual manera su nariz en el cuello del pequeño aspirando el dulce aroma a leche y vainilla que empezaba nuevamente a emanar de Felix. Nayeong no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa mientras las lágrimas seguían resbalando por su rostro, en seguida llegó Chan y Jeongeon, la omega se aproximó a su alfa para abrazarla y calmarla colocando su cabeza sobre su pecho y limpiando sus lágrimas con sus manos, Chan solo se quedó de pie contemplando la escena, -alfa- se repetía una y otra vez aquella palabra en la cabeza de la castaña, la alfa escuchó a Changbin susurrarle a Felix –ya nunca más te dejaré solo omega- mientras cerraba aquella frase plantándole un beso en la cabeza al castaño. Nayeong lloró con fuerza enterrando su rostro en el pecho de su omega, había un revoltijo dentro de ella, se sentía confundida, enojada, feliz, triste… su pequeño estaba mejor gracias a la presencia de Changbin y eso no sabía cómo tomarlo.

-Es un niño, solo tiene 6 años… ¿Cómo puede pensar en eso? Ni siquiera se ha presentado, e-es completamente diferente a Changbin…por favor Chan ayúdame a entender…- decía Nayeong con los ojos algo hinchados por tanto llorar mientras las palabras salían en casi un susurro, Chan se acercó a su hermana y solo la abrazo, -lo siento Nay, lo que te diré tal vez no suene bien…- le dijo su hermano mientras acariciaba con suavidad la cabeza de la alfa; hace un rato dejaron a ambos niños durmiendo profundamente en el cuarto de Felix, los tres mayores se dirigieron al cuarto de Chan, al parecer había encontrado algo. El alfa se separó de su hermana, se sentó en la silla contraria y levantó el rostro de la alfa para que sus miradas pudieran encontrarse, -Nayeong, creo que…creo que Changbin y Felix son destinados- soltó sin más rodeos, la castaña lo sospechaba pero no quería aceptarlo, ella solo recargóo su cabeza sobre sus manos que estaban puestas en la mesa, -¿Cómo sabes eso?- preguntó más calmada Nayeong, la omega solo estaba de pie contemplando todo, -es más que obvio, ¿Cómo carajos sabe Felix si Changbin se presentará como alfa? Y lo mismo con Changbin, ayer cuando el niño estaba conmigo me dijo que, mientras él se encontraba en su forma híbrida y Felix en humano, se hablaban mentalmente y, eso solo se puede hacer por medio del lazo familiar…o el lazo de los destinados, ahora lo puedo confirmar, sabes mejor que nadie cómo funciona esto, las parejas destinadas van más allá de un simple apego emocional, ellos tiene esa conexión especial incluso antes de marcar al omega o de presentarse, solo ellos saben si su pareja es alfa u omega- le explicó Chan a su hermana con un suave tono de voz mientras posaba su mano en la espalda de la contraria, Jeongeon no soportó más y se apegó a su alfa abrazándola detrás del cuello, - T-tu sabes que yo no puedo estar separada de ti por mucho tiempo, podría llegar a morir de tristeza, tu presencia y tu aroma son todo para mí, imagínate eso reflejado en los niños, son más vulnerables- susurró la pelirosa mientras llenaba de su aroma a su alfa para calmarla, - supongo que solo me queda aceptarlo, me duele, prácticamente mi hijo ya no me pertenece- dijo con voz casi quebrada la alfa, -aún sigue tu lazo unido a él, este solo se rompe cuando es reclamado por su pareja, todavía falta mucho, tiene que presentarse a los 17 y posteriormente tendrá su primer celo donde será marcado- susurro Chan pensando que eso podía calmar a su hermana, no fue así, Nayeong sintió su estómago arder al pensar en el momento que Felix fuera reclamado por el lobo… ¡por un lobo! De inmediato se alarmó, -¡Chan! ¡Mi hijo será reclamado por un lobo! ¡Tú sabes que ellos llegan a ser algo agresivos al momento de marcar y anudar a su pareja! Si una loba sufre por eso, ¿Qué crees que le pasara a un pobre ciervo, la fuerza del lobo es casi lo doble y lo sabes…- dijo Nayeong con el tono demasiado asustado y preocupado, -Cariño estás  pensando en un futuro aún lejano- le dijo Jeongeon a su alfa mientras acariciaba su cabeza, -Jeon tiene razón, tranquila, aún falta y eso por el momento es lo menos importante- repuso Chan,-¿Qué vamos hacer cuando encontremos a su manada y su padre sepa que son destinados? Ellos ya no pueden separarse y si juntamos las manadas podría resultar un caos, nuestras culturas son completamente diferentes, podría causar esto una catástrofe, Dios… solo a Dios se le ocurre hacer este tipo de cosas- soltó Chan demasiado irritado, Nayeong admiraba demasiado que su hermano siempre pensara en todo, que previera cualquier cosa, pero esta vez ella igual se encontraba irritada y agobiada por cada palabra que soltaba Chan, cada cosa era peor que la siguiente, -yo solo…no sé…solo debo pensar- dijo la alfa poniéndose de pie y sosteniendo su cabeza que empezaba a palpitar, no era ni medio día y ya estaba muerta del cansancio, Jeongeon la tomótomo de los hombros y se dirigieron a la salida, -la llevaré a la habitación- dijo la omega al alfa el cual asintió.

Nayeong se encontraba ya recostada en la cama, -¿Qué debo hacer Jeon?- preguntó más para ella que para su amada, -tranquila, descansa, tenemos mucho tiempo para pensar, por lo tanto dejaremos que las cosas entre los niños se vayan dando, no podemos hacer más- dijo Jeongeon regalándole un beso a su alfa y, esta solo sonrió ante el gesto y abrió sus brazos para que la omega se acurrucara en ellos quedando acostadas y abrazadas mientras el sueño gobernaba en ellas.

Por otra parte, ambos pequeños se encontraban descansando sobre la cama, hacía cinco minutos que ambos despertaron, Felix se veía mucho mejor y los dos sonreían, Changbin peinada con sus deditos el cabellito castaño de Felix y este solo le regalaba sonrisas, pronto Felix se pegó más a su cuerpo para acortar la distancia entre ambos, sus naricitas se rosaron dándose un beso de esquimal, -Binnie, no me vuelvas a dejar solo, sentía mucho miedo- susurró Felix sin dejar de hacer aquel gesto, -te prometo que jamás lo volveré a hacer- le dijo Changbin sintiendo la necesidad de tocar los labios de Felix con los suyos, Changbin dejó de tocar la nariz del pecoso con la suya y prosiguió a posar sus labios sobre la mejilla del menor. Realmente estaban felices, realmente se sentían completos.