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Capitulo I

En el último día de invierno se encontraba una manada de lobos híbridos atravesando el inmenso bosque mientras un helado aire soplaba y chocaba ligeramente contra sus orejas; el lobo alfa había decidido mudar a la manada del otro lado del bosque antes de que la primavera llegara. Con pasos apresurados el resto de los alfas lideraban a los betas y omegas, mientras los cachorros se encontraban escondidos entre el suave pelaje de sus madres, a excepción de un pequeño lobo gris claro que se encontraba al costado de su madre, una omega de pelaje gris con tonalidades azules.

Despreocupado por el frio, aquel cachorro corría y aullaba sin separarse de la vista de su madre ni de la manada, trataba de seguir los pasos de su padre, el líder que guiaba aquel grupo; de momento, aquel alfa sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo, no era a causa del frio, más bien fue un aviso de que una tormenta de nieve se avecinaba pronto, entonces, con pasos más rápidos aulló indicando a la manada que debía darse prisa, todos los lobos comenzaron a correr, de pronto, el alfa comenzó a ser golpeado por copos de nieves, el camino comenzó a ser oculto a causa de la neblina que comenzaba a nacer y aquel escalofrió se extendió nuevamente, bajo sus patas sintió el cimbrar de la tierra, justamente la manada se encontraba atravesando las faldas de una montaña, lo cual alerto a líder de que pronto se vendría una avalancha de nieve, con su voz de mando aulló dando la indicación de que tenían sí o sí que huir de ahí, los lobos se pusieron alerta, se convirtió en una carrera por llegar al final de aquella montaña, las madres y padres de los cachorros comenzaron a soltar feromonas para calmar a sus pequeños, pues estos comenzaban a soltar un aroma lleno de miedo que comenzaba a picar las narices de los lobos, el cachorro que iba a un lado de su madre comenzó a sentir terror y corrió con gran velocidad pero sus piernitas no lograron seguir el paso, estaba a punto de quebrarse cuando sintió ser agarrado por el hocico de su madre, el cual lo sujeto con fuerza evitando lastimarlo, corrió y de pronto, toda la manada sintió temblar el suelo, aquella avalancha estaba comenzando a descender, el líder pudo sentir como el aroma de su omega era cada vez más distante por lo que decidió voltear para darse cuenta que la loba se encontraba varios metros atrás sosteniendo a su cachorro con el hocico, regreso por ella pero lamentablemente una piedra cubierta de nieve se cruzó en el camino de la omega golpeando su pierna causando que se cayera de lado, resbalándo y perdiéndose entre la nieve pues la avalancha ya había caído, el lobo alfa comenzó a correr hacia ella, con lágrimas empapando su rostro y aullando por ayuda, pero fue demasiado tarde, aquel aroma a lavanda y coco ya no llegaban a su olfato, ni siquiera el ligero aroma a pino y frambuesa de su cachorro, a su lado llegaron dos alfas atendiendo su llamado, - alfa, toda la manada se encuentra a salvo, debemos irnos, la tormenta no cesara- comento un lobo color azabache, - mi omega, debo ir a buscarla- y antes de que el alfa diera un paso, el segundo lobo se puso frente a él, - alfa, es peligroso- comento, - ¡Quitate! ¡Debo ir por ellos!- respondió el mayor, -¡¿Qué!? ¿Su cachorro se encontraba con ella? – pregunto apresurado el primero, - por favor Enwoo es peligroso, además… y-ya… ya ni siquiera percibo el aroma de ninguno de los dos…- con profunda preocupación reafirmo el segundo, el alfa líder soltó un aullido lleno de dolor y tristeza haciendo llegar a oídos de la manada, la cual respondió con intensos aullidos de lamento, los tres lobos dieron la vuelta corrieron para unirse al resto de la manada, el alfa comenzó a soltar un amargo aroma que se percibía lleno de dolor, soltando toda su ira y tristeza comenzó a aullar con la esperanza de que su pequeña familia pudiera escucharlo.
Al momento de que la omega fue arrastrada por la nieve, cubrió con todo su cuerpo al pequeño cachorro evitando que este se lastimara, terminaron parando debajo de un árbol ocasionando que la omega se golpeara la columna con el tronco soltando un gemido de dolor, aquel golpe fue tan intenso que ocasiono que se desmallara soltando de su agarre al cachorro el cual se llevo una caída al suelo golpeando levemente su cabecita y quedándose hecho bolita en el piso.