capitulo II

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Detrás de los arbustos, la madre de los pequeños se encontraba observando aquella escena donde su hijo era el protagonista; -mami, ¿Por qué Felix no le tiene miedo?, su olor de ese niño hace que pique mi nariz, no me gusta- con algo de desagrado en su tono, Hyunjin preguntaba a su madre mientras se sostenía de su mano; al parecer ver aquel niño descansando en el cuerpo de la loba le aterro tanto que huyo en busca de su madre, -no lo sé cariño- aquella ciervo alfa, ya transformada en una hermosa mujer de cabello castaño, contemplo con preocupación el cuerpo de la omega comprendiendo que su alma ya no pertenecía al mundo, -Hyunjin, regresa a la manada y pide a Hyuna y a Mark que vengan a ayudarme, date prisa- la alfa le ordeno a su hijo haciendo un ademan de que se diera prisa, el rubiecito asintió y salió corriendo transformando su cuerpecito en un cervato de pelaje marfil oscuro resaltando las astas que estaban a punto de nacer. Nayeong, es el nombre de aquella ciervo alfa, se comenzó a acercar hacia los dos pequeños, Changbin percibió el olor a anís y tierra lo cual causo que levantara la mirada sin despegar su cabeza del cuello del pecoso, contemplando a aquella mujer aproximándose a ellos, a su vez changbin apretó con fuerza el cuerpecito del menor en un movimiento sobreprotector, Felix soltó un leve quejido avisando que la fuerza empleada en él lo estaba lastimando suavemente, entonces Felix se separó y voltio a ver a su madre de la cual ya había sentido su presencia, quedando del lado derecho del mayor, la mujer ya enfrente de ambos se inclinó tratando se tocar la nunca de Changbin, el cual no apartaba su vista de ella, comprendiendo las intenciones de la castaña no pudo evitar encogerse y bajar la mirada con un poco de miedo, -descuida, no te hare daño, dime, ¿cómo te llamas?¿ella es tu madre?- pregunto la alfa, Changbin solo se limitó a asentir con la cabeza baja, -tranquilo- dijo Nayeong acariciando suavemente la cabeza del cenizo, Felix solo contemplaba esa escena y aproximo su manita hacia la del mayor, sosteniéndola con firmeza entrelazando sus deditos, -¿todo se encuentra bien?- pregunto Hyuna una ciervo beta, que se encontraba detrás de la alfa, -Hyunjin dijo que era una urgen… carajo ¿se encuentra bien?- menciono Mark otro beta de cabello negro, volteando a ver el cuerpo de la loba apresurándose a ella, -ella ahora está bien- respondió Nayeong poniéndose de pie, aproximándose a la pelirroja, -por favor Hyuna, lleva a los niños al campamento, asegúrate de que ambos coman- la alfa ordeno hacia la beta, -pero… ¿está segura alfa? Es… un lobo, no creo que la manada acepte…- no termino de completar la oración cuando Nayeong voltio a verla abruptamente fulminando con la mirada – llévalos ahora- volvió a ordenar la alfa, con la cabeza gacha, Hyuna se dirigió a los dos pequeños, Felix simplemente se puso de pie sin soltar la mano de su mayor, ayudándolo a levantarse, Hyuna ladeo la cabeza como dando la señal de que los siguiera, Changbin dio un tirón a la mano de Felix, -yo no puedo dejar a mi madre aquí- se quejó con voz temblorosa, -Descuida cielo, yo me encargare de tu madre, puedes estar tranquilo-, dijo con suavidad Nayeong, -Si, mi mamá se encargara, vamos- reafirmo Felix apretando levemente la mano del contrario, Changbin soltó la mano de Felix, aproximándose al cuerpo de su madre, dando un último abrazo –te amo mucho mami- susurro Changbin de manera que solo él se pudiera escuchar, se separó y se dirigió a Felix tomando nuevamente su manita y así Changbin se despidió de su madre, no sabía cómo o porque pero estar al lado del castañito le hacía sentir muy bien, como si su paz dependiera de él, no sabía ni su nombre pero no importaba, él lo seguiría hasta el fin del mundo.

Ambos pequeños eran guiados por la pelirroja, Changbin no había apartado ni un segundo la mirada del rostro de Felix, -¿Cómo te llamas?- pregunto el pecoso, volteando a ver a su mayor regalándole una leve sonrisa, -Changbin- respondió el cenizo sintiendo sus mejillas arder al ver el gesto que le regalaba Felix – y ¿tu?- pregunto enseguida sin apartar su mirada, - Felix, pero tú me puedes decir Lixie, nadie me dice así, pero tú lo puedes hacer- respondió risueño el castaño, - está bien- dijo con simpleza Changbin, mientras ambos continuaban siguiendo a la mayor.

Ahí estaba, un terreno lleno de pastizal verde pintado con diferentes flores de colores, pequeñas casas en forma de cilindro hechas de piedra con techos de madera se veían montadas sobre la tierra, todas eran iguales, una sola ventana cuadrada y una pequeña puerta redonda pintada de rojo, pequeñas flores se adornaban en los huecos que había entre cada piedra apilada, era todo lo que se visualizaba en aquellas casitas, niños corriendo, mujeres y hombres realizando diversas actividades mientras reían y desprendían feromonas llenas de alegría, sí, definitivamente no era una manada muy grande pero era acogedora. Changbin contemplo aquellas personas, se sentía cohibido pero al sostener la mano de Felix lo calmaba, -Vamos- dijo Hyuna adentrándose aquel lugar, el lobito pudo observar mejor cada una de las casas y personas que habitaban ahí, aquellos contemplaban anonadados al pequeño cenizo, todos se daban cuenta de que el no pertenecía ahí, se detuvieron frente a una gran casa, hecha del mismo material que el resto, con la diferencia de que esta era rectangular, - este es el comedor- dijo Hyuna mientras abría paso a los dos pequeños, -Hyuna, ¿todo bien?- comento una mujer con curiosidad, recibiéndolos en la entrada, su cara fue de una enorme sorpresa al bajar su mirada y encontrarse con aquel pequeño que sostenía la mano de Felix, -¿Qué hace eso aquí?- pregunto ofendida, -por Dios Mina, es solo un niño- repuso Hyuna poniendo una mano en el hombro de Changbin y otra en el de Felix, El lobito solo bajo su cabecita apretando más la mano de Felix, -Nayeong debe estar loca si su urgencia era esa, ¡¿no se da cuenta que puede poner en peligro la manada trayendo eso aquí?! ¡Él no pertenece aquí!- esta vez Mina alzo la voz, -se llama Changbin, Mina noona- dijo Felix viendo directamente a los ojos de la omega, esta solo suavizo su voz ante la mirada que le daba el pequeño, -Felix, ¿Por qué no vas a jugar con Hyunjin mientras llevo a Changbin a tomarse una baño?- dijo Hyuna rompiendo la tensión que se formaba ante ellos, -¡no!- soltó de pronto Felix apresando el cuerpo del cenizo causando que Changbin se sonrojara, mientras las mayores abrieron de golpe los ojos ante la imposición del menor, -Y…yo… lo llevare- dijo más calmado Felix, llevando del brazo a Changbin mientras salían del comedor sin esperar respuesta de las mayores.

–Felix, ella tiene razón, no pertenezco aquí- susurro Changbin con voz cortada, -es cierto Binnie, pero mamá se encargara de buscar a tu manada para llevarte con ellos, por lo mientras, me quedare a tu lado- dijo el pecoso sosteniendo a Changbin del brazo mientras seguían caminando entre la manada, el lobito no pudo evitar sonrojarse ante el apodo que le había dicho Felix, recordando que solo su madre le decía de esa manera, -este es mi cuarto, ven, entra- dijo Felix deteniéndose frente una pequeña casita, abriendo al instante la puertita roja dejando ver un cuarto iluminado por las luces del sol que se colaban entre los agujeros de los espacios de las piedras, en medio una camita hecha de paja acolchonada con una cobija azul se apreciaba en el centro de aquel lugar, ambos niños entraron y Changbin pudo observar cada detalle, del techo colgaban unas enredaderas con flores blancas, una mesita y una silla se encontraban arrinconadas a un lado de la cama, sobre ella había un libro, hojas blancas y colores de madera, del otro lado estaba un baúl blanco al cual se acercó Felix abriéndolo y sacando dos mantas extendiéndole una a Changbin, -toma, para que te puedas secar, vamos, el rio está del otro lado- dijo Felix jalando levemente del brazo al lobito, -¿nos bañaremos en el rio?- pregunto un tanto alterado Changbin, pues por su mente cruzo un recuerdo de su padre enseñándole a nadar y como este casi se ahoga por la fuerza en la que corría el rio, - no tonto, ahí se encuentra el cuarto de las tinas- corroboro Felix soltando una risita, los dos pequeños se dirigieron al lugar mencionado.

Ambos niños se encontraban bañándose dentro de una tina mientras hacían burbujas, -Binnie, ¿Por qué tu mamá y tu estaban en ese lugar?- rompió el silencio Felix, -una avalancha de nieve nos separó de la manada, mi papá es el líder y ayer decidió que deberíamos mudarnos… no se a dónde… tampoco sé por qué, me gustaba estar al lado del rio grande…- completo Changbin, -¿vivías a lado del rio grande? Eso queda muy lejos de aquí, ¿no te cansaste de caminar tanto?- dijo con curiosidad Felix, -no, para nada, me gusta mucho caminar, mi papá me llevaba todo el tiempo a recorrer el rio- respondió con un tono triste, -Tranquilo Binnie, encontraremos a tu papá- dijo Felix mientras abrazaba a su mayor – oye Binnie, ¿Por qué me mirabas tanto en el camino?- pregunto Felix separándose de Changbin, -amm… es que eres muy bonito Lixie, me gustan esas manchitas en tu rostro- dijo Changbin señalando las pecas del castaño, Felix solo abrió sus ojos ante las palabras del lobito causando un sonrojo en sus mejillas, sus pecas lo acomplejaban mucho, puesto que nadie en la manada las tenía más que él, escuchar que a alguien, a parte de su madre, le gustaban, le hizo sentir un tanto feliz.

🐮Vanii-

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