Capitulo XVII

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-¡ya te dije que no!, no sé porque insistes si ni siquiera puedes anudarme- grito Marni, -¿Cómo esperas que lo haga? Si desde que nos casamos no has dejado que te toque- escupió enojado Hyunjin, -¿sabes qué? ¡Vete!- fue lo último que se escuchó después de que Marni abriera la puerta y Hyunjin se apresurara a salir abruptamente mientras cerraba de golpe la puerta. Esta era la quinta pelea que tenían en las dos semanas que llevaban de casados y era la tercera vez que Marni corría de su habitación a Hyunjin. El alfa se encontraba confundido, Marni había cambiado, se mostraba cortante y fría con el e incluso sus palabras a la hora de discutir lo herían. Hyunjin quería cachorros y por supuesto que Marni también, pero no con él. Cuando lo hicieron había sido la primera y última vez que se tocaron, por alguna razón Hyunjin no había podido anudar a la omega y solo ella sabía la razón.
Caminando hacia el rio, Hyunjin soltaba feromonas llenas de enojo y tristeza, cuando llego a la orilla se dejó caer en el verde pasto para después abrazar sus piernas y esconder su cabeza en ellas soltando un pesado suspiro mientras relajaba su cuerpo. –¿Otra vez discutieron?- más que pregunta esas palabras sonaron a afirmación, Hyunjin levanto su rostro hacia arriba para encontrarse con Seungmin. Dos semanas habían pasado desde la última vez que se vieron, hace dos semanas que Seungmin le confeso sus sentimientos a Hyunjin, hace dos semanas que la mente de Hyunjin estaba hecha un lío. Sin esperar respuesta Seungmin se sentó a lado de Hyunjin soltando un suspiro cansado, -no es la gran cosa- por fin respondió Hyunjin sintiendo hormiguear su estómago al sentir el aroma a violeta y uva del pelinegro, -no es la gran cosa pero es la quinta vez que vienes soltando ese amargo olor- dijo Seungmin algo sarcástico, -¿Cómo sabes que es la quinta vez?¿me has estado espiando?- cuestiono Hyunjin mirándolo directo a los ojos levantando una ceja, -no es al propósito, me gusta estar aquí, casualmente cada que vienes yo estoy cerca y puedo olerte- respondió el menor, -todo es tan raro, creí que la vida de casado seria color de rosa, que estupidez, ¿no crees?- escupió Hyunjin irritado, -el matrimonio es la unión más hermosa entre dos personas, pero depende de uno elegir correctamente- respondió Seungmin, -¿tratas de decir que me equivoque con Marni?- cuestiono Hyunjin bufando, el pelinegro se limitó a solo alzar los hombros dibujando una mueca en su rostro, -esa noche en el bosque, ¿era en serio lo que me dijiste?- pregunto Hyunjin nervioso mirando al frente para ocultar el rojo en su rostro, Seungmin supo a que se refería, tardo unos segundos en responder, dudoso de sus palabras, -estábamos ebrios- respondió Seungmin, Hyunjin negó con la cabeza, -sabes perfectamente que no, ese beso…yo, no se…tenía el impulso de hacerlo- dijo el rubio volteando a ver a Seungmin, cuando ambos cruzaron miradas y tras recordar aquel beso se sonrojaron apartando sus ojos el uno del otro, -olvídalo, eso ya paso, ahora estas con Marni- respondió Seungmin poniéndose de pie y dándose media vuelta con intensión de irse, -no, espera…- lo detuvo Hyunjin tomándolo de la mano para después ponerse de pie, -¿Por qué no me lo dijiste antes?- pregunto, -¿iba a cambiar algo? Desde un principio note tus intenciones con ella, la miraste a ella antes que a mí, estaba claro que de nada servía decírtelo- confeso Seungmin aun de espaldas a Hyunjin el cual seguía sosteniendo delicadamente su mano, -entonces ¿Por qué lo hiciste un día antes de casarme?- la curiosidad mataba a Hyunjin, Seungmin aún sin mirarlo sintió su corazón palpitar de los nervios, -tenía que sacarlo, terminar con esto para seguir con mi vida- respondió, Hyunjin soltó su agarre poco a poco y de inmediato Seungmin corrió atravesando el rio dejando atrás al alfa.

Jeongin había entrado en celo y Chan como buen esposo se quedó ayudando al menor, la pequeña Nina había quedado el cuidado de Changbin y Félix a voluntad propia, se encontraban en una linda pradera adornada con pequeñas flores de colores, Félix y Nina se estaban sentados sobre el lomo de Changbin el cual estaba en su forma de lobo, era el segundo mes de vida de la pequeña cierva pero estaba creciendo muy rápido, ya lograba sentarse solita aunque de momento perdía el equilibrio. Changbin bajo sus cuatro patas con cuidado para que Félix bajara junto con la niña, el cenizo también estaba creciendo, entre más cerca estuviera su presentación más cambios tenía, su fuerza aumento, en su forma de lobo había crecido bastante, su aroma era aún más fuerte dando una sensación de liderazgo, Félix por su parte también estaba teniendo algunos cambios, su aroma era más dulce siendo demasiado adictivo para el futuro alfa. –cámbiate rápido Binnie, yo daré un paseo con Nina- le dijo el pecoso a su novio dándole la espalda para que regresara a su forma humana, dio unos pequeños pasos cargando a Nina pegando su pequeño cuerpo en su pecho, una mariposa pequeña y amarilla se posó sobre la mano de la pequeña pelirroja la cual movió su bracito para espantarla pero solo provoco que esta comenzara a revolotear sobre ella, Félix sonrió pero fue distraído por el impulso de voltear hacia donde estaba Changbin, los ojos de Félix se abrieron cristalinos al ver el torso marcado del cenizo antes de ser cubierto por su camisa, cuando Changbin sintió la mirada de Félix volteo a verlo dándole una sonrisa lasciva la cual provoco que el castaño se enrojeciera y volteara su rostro hacia enfrente rápidamente, enseguida sintió como los brazos de Changbin rodearon su cintura mientras pegaba su cuerpo al de él haciendo que se sobresaltara, -me gusta ver cómo te pintas de rojo cada que me vez sin ropa- susurro el mayor en su oído causando que la piel de Félix se erizara, -n-no hagas eso- dijo en voz baja el pecoso –la niña puede oírte- continuo el menor, su rostro estaba ruborizado y Changbin lo sabía aunque no lo viera de frente, -vamos entonces, hay que sentarnos bajo ese árbol- dijo Changbin con voz normal soltando la cintura de Félix y señalando el gran árbol que se encontraba a unos metros de ellos, antes de dar un paso hacia delante el mayor soltó una leve nalgada al menor, -¡oye!- reprocho Félix mientras Changbin reía arrebatando a Nina de los brazos del pecoso para correr hacia el árbol, con cuidado de no sobre saltar a la bebé la cual se encontraba algo desconcertada tras el cambio abrupto de brazos.

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