Capitulo 19) Nacimiento

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El vacío que sentía por dentro mientras relataba a su padre lo que había estado pasando, lo abrumó aún más. Con cada palabra, creía que nada tenía sentido.

—Hijo, no puedo decir que lo entiendo. Sin embargo, sé una cosa. Lo que has hecho no es correcto. No encierras en una caja a quien amas y deseas proteger.

Urie guardó silencio en un estado pensativo. Cada vez que siente que Mutsuki se hará daño o ya está herida, algo dentro de él explota y provoca esta impulsividad, como si fuera una persona diferente. Más bien es como un hombre que se ha vuelto loco por ver el futuro, y este hombre loco no puede evitar detenerla para evitar algo que ni siquiera es seguro que pase.

—Hablando seriamente —continuó Mikito—, ¿De qué tienes miedo? ¿Es culpa de ese incidente?

Sorprendido, descubrió sus ojos para devolver una mirada confusa a su padre. Sabe a lo que se refiere, pero este tema es algo que nunca se había planteado. ¿Miedo por culpa del incidente de su madre? Eso no puede ser. Urie recordó que hubo algunos meses de felicidad absoluta entre los dos, y estaba seguro de que estaba enamorado, pero mientras su amor se desarrollaba en secreto, jamás intentó ser de esta manera tóxica y dañina. En cambio, fue precisamente su capacidad y fiereza lo que le encantó, ¿qué cambiaría? ¿De qué tendría miedo?

Apenas en un murmullo, dijo: —No es así... 

—Lo acabas de pensar.

Eso es acertado, aunque no por completo. Es verdad que tiene miedo de perder a Mutsuki, pero no cree que esto tenga algo que ver con su madre, sin importar cuánto daño le ha hecho su pérdida. Hay algo diferente que evita relacionar sus emociones con este tema en concreto.

—Sí, y sostengo mis palabras. —respondió de vuelta.

Con un suspiro agotado, Mikito se sentó en su lugar y trató de ser más gentil en su tono: —Si es así, aún puedes replantear lo que haces. El tiempo no espera, hijo. Debes decidir de una vez. Si la dejas ir, no puedes retractarte.

Lo sabe, nadie necesita decírselo más. Su consuelo a este dolor es que dejará de herir a Mutsuki con sus sentimientos.

Las sombras de sus ojos eran más notorias ahora que había llorado, y cuando la luz de la ventana se asentaba en una sola parte de su rostro, estos detalles lo hicieron verse miserable y acabado. Se veía enfermo.

—Soy inestable, por eso decidí hacer esto. Además... ella no me ama de ninguna manera, le evitaré más molestias de este modo.

—Rendirte ante la mínima posibilidad no es tu estilo, hijo.

—Padre, no puedes forzar al hielo a persistir sobre el fuego.

Mikito le dio una mirada complicada, sus pensamientos no concordaban mucho con sus respuestas externas. "Hijo, parece que Mutsuki es la flor de fuego que te gusta mucho."

Después de esta charla, Urie le contó lo que ha estado sucediendo en sus viajes como Estrella rebelde y lo que pensaba mucho antes de venir a Hoshi. En algún punto, mientras Mikito se dio la vuelta, Urie se quedó dormido.

"Mi pequeño Kuki...", pensó enternecido. Al parecer, solo estaba asustado. Finalmente encontró un buen refugio para abandonar sus preocupaciones.

Mikito recogió con cuidado a su hijo y lo posicionó en el sofá en una posición más cómoda y lo tapó con su saco, que hasta entonces, había estado colgado en el perchero.

Mikito recogió con cuidado a su hijo y lo posicionó en el sofá en una posición más cómoda y lo tapó con su saco, que hasta entonces, había estado colgado en el perchero

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Factura tardía 【Mutsurie】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora