Capítulo 4) Lo siento

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Durante el camino, las criaturas viajaron sobre sus hombros o se ocultaron dentro de las bolsas internas de su abrigo oscuro

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Durante el camino, las criaturas viajaron sobre sus hombros o se ocultaron dentro de las bolsas internas de su abrigo oscuro. Urie no las detuvo.

Saiko pensó que su jefe estaba esperando el momento para estallar, como aquellas veces que parecía estar contando en una silenciosa calma antes de explotar de rabia, pero pasaron horas y comenzó a dudar de ello.

La noche del segundo día se estableció como si la mañana jamás hubiera existido. Saiko y Ginshi apenas vislumbraron algo de tiempo real en este día, como si algo estuviera ocasionando que las horas avancen a una velocidad extraordinaria e irracional.

Saiko se recostó sobre su caballo, dejando caer su pequeño cuerpo sobre el lomo y parte del cuello de su corcel en un estado fatigado. Acarició suavemente a su montura, como para darle consuelo por hacerlo venir a un lugar remoto y caluroso.

Cuando se cansó de ello, levantó la mirada hacia el caballo de Urie. Lo que vio fue un poco sorprendente. Rápidamente se reincorporó, viendo con cuidado el perfil sonriente de su líder. Él estaba alimentando a los Beats sobre su hombro izquierdo con semillas, sonriendo pacíficamente y con un anhelo expuesto en sus ojos. Por un momento... Saiko quedó embelesada por la imagen atractiva de su líder. Urie solo hacía algo tan pequeño como eso, pero la leve sonrisa en su rostro lo volvió inmediatamente una imagen gloriosa y encantadora.

“¡Mucchan, apresúrate a verlo! ¡Está loco por ti, es una suerte!” pensó Saiko, ahogando el impulso de lagrimear por contener los gritos de admiración en su garganta.

Saiko tenía una habilidad increíble para detectar hasta las cosas más pequeñas. Sus buenos ojos y corazón tierno le permitieron ser útil en esta vida. Sasaki incluso le dijo que ni siquiera tenía que cargar una espada, lo único que se necesitaba de ella es su amabilidad y agudeza para mantener las cosas en orden. Y como alguien que gusta de no hacer nada la mayor parte del tiempo, estuvo de acuerdo.

En el pasado juraría que no puede existir una atracción tan poderosa como la que sentían, la Estrella de Constelación, Touka y Sasaki. Ambos parecían pelear, pero el calor emanando de ellos le dio a Saiko la seguridad de que terminarían juntos tarde o temprano.

Sin embargo, su opinión cambió unos años más tarde.

Urie, un día, de repente comenzó a emitir un brillo especial en los ojos, su piel era deslumbrante y todo a su alrededor era alegre. Incluso con su rostro contraído por la ira, Saiko ya no podía encontrar frialdad en su ser y dejó de temerle.

La contraparte de esta situación es Mutsuki, quien parece estar dándole la espalda a esos sentimientos tan obvios. No es intencional, más bien es como si solo estuviera tan renuente a experimentarlos que se volvió ciega. Sin añadir que Urie tampoco ayuda siendo tan tonto.

Suspiro.

—Líder, ¿de casualidad no está cansado?

La voz de Ginshi vino desde atrás de Saiko. Él decidió guiar a su caballo con una caminata suave y más lenta de lo que ya era para los otros dos.

Factura tardía 【Mutsurie】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora