Capítulo 1) Mal inicio

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La bestia corrió desesperada con sus cortas y débiles cuatro patas

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La bestia corrió desesperada con sus cortas y débiles cuatro patas. No era más que una bestia común y aún así era perseguido por un grupo de Estrellas rebeldes.

Solo dejó de correr cuando parecía que había huido lo suficiente. Y, al ya no escuchar los insoportables cascos de los caballos azotando la tierra, pudo bajar un poco la guardia. Aún así, fue precavido y se echó entre los densos matorrales junto a las paredes de roca. De esta manera podía asegurar un día más de vida.

De repente, el apogeo de los caballos volvió, esta vez el ruido era aún más salvaje, y el número incrementó.

Fue entonces que un dientes de sable saltó por encima de la bestia. No solo eso, detrás de él siguieron cuatro caballos blancos de cabellera dorada, hermosos y envidiables.

Los caballos relincharon sobre su cabeza, para luego aterrizar majestuosamente sobre la tierra y continuar su imparable carrera.

Se trataba de, ni más ni menos, de los dos cazadores que antes circulaban por la deriva en busca de la bestia. Increíblemente este pequeño grupo incrementó a cuatro, y dos jinetes del grupo lucían tan feroces como el Dios del infierno.

—¡No voy a perseguirlo todo el día! —exclamó uno de los cuatro.

Con su caballo galopando a una velocidad enorme, logró ponerse de pie sobre el lomo del corcel. Cualquiera lo hubiera pensado mejor antes de intentar algo como esto, no obstante, este feroz jinete ni siquiera titubeó. Tomó el arco en su espalda, sacó una flecha del carcaj en su cintura y la tensó, apuntando con seguridad hacia el dientes de sable.

—¡Mutsuki, qué tontería haces?

El terreno era rocoso, y su montura resbalosa, pero no estaba dispuesta a perder otra bestia.

—¡Basta, no me distraigas!

Cuando hubo fijado el punto correcto, soltó la flecha. ¡Mutsuki le atravesó la cabeza con éxito! Pero, antes de que pudiera emocionarse, cayó en cuenta que el animal se desplomó justo en medio de su camino. El caballo podría saltar y esquivarlo, pero Mutsuki sería lanzada al aire en cuanto lo hiciera.

—¡Escucha de una vez! ¡Salta aquí ahora mismo, Mutsuki!

Mutsuki lo miró una vez, sin tiempo para pensarlo y saltó al caballo del líder. El caballo se tambaleó por unos segundos debido al nuevo peso en su lomo, sin embargo, continuó fuerte y testarudo su carrera.

Sus compañeros atrás reaccionaron a tiempo, saltando sobre el cadáver del dientes de sable.

Una vez fuera del peligro, los dos jinetes que se quedaron atrás condujeron sus caballos a una distancia prudente del líder, mientras miraban silenciosos y extrañamente emocionados el cadáver andrajoso a medio metro de lejanía.

Únicamente el líder tenía una cara de descontento, y no perdió la oportunidad para levantar la voz y reprender a su tonta compañera. —¿Qué demonios te pasa?

Factura tardía 【Mutsurie】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora