Incluso si no durmió, logró encontrar paz en la meditación. Los dolores de cabeza cesaron en gran medida, y algunas de sus molestias de espalda se fueron.
Urie bajó de su cama solo cuando sintió que la hora estaba cerca. Esto es un hábito viejo pero bien construido, siempre lo ha necesitado en sus tiempos de lucha, por lo que es difícil deshacerse de ello. Tomó su ropa formal y se cambió la pijama por ella. También se encargó de acomodar la cama y buscar la carta de Sasaki.
No importó cuánto ruido hizo adentro, Suzuya seguía siendo una roca sobre su cama.
A propósito, dejó caer una envoltura de chicle sobre él, pero ésta no alcanzó a tocar la piel desnuda de su cara. La envoltura se hizo polvo en un instante. Una chispa y un breve humo fue la única prueba de que existió. En este momento Suzuya no es diferente de una mosquitera eléctrica con esa barrera espiritual en la que está envuelto.
“Joder.”
En esta vida, Suzuya es la única persona que conoce que se mantiene alerta incluso cuando duerme. Si eso no es raro, ¿qué más lo es? Qué espantoso.
Como última opción podía intentar gritarle de cerca, y pudo haberlo hecho si no fuera porque alguien vino a tocar la puerta. Esta persona tenía prisa y habló con un destacable tono formal desde el exterior:
—Pido a los invitados que asistan al Salón de los Arcos para la conferencia con Su alteza el Emperador y el Mariscal Urie.
Y una vez que emitió su comunicado, los pasos urgidos de este servidor se alejaron hasta lo profundo de los pasillos.
—El eunuco Yuzu...
Suzuya no estaba despierto ni dormido, al parecer. Pudo reconocer a alguien con solo escucharlo, y lo hizo estando a dos metros de distancia de la puerta. Pero joder, entonces por qué carajos lo ignoró.
Bien, no va a estresarse con esta clase de superior.
Urie se sentó en el borde de su cama y se colocó sus guantes oscuros con paciencia y sin prisa. Suzuya también siguió su ejemplo, pero a diferencia de Urie, quien era fresco y rígido como una tabla, él era un niño recién despierto con la espalda encorvada y los cabellos revueltos, incluso sus mejillas eran rojas y llenas por la hinchazón de haber dormido poco.
Después de dos minutos, ambos salieron de la habitación. Fue un poco inesperado encontrarse con un eunuco bajo y anciano a un costado de la entrada, su presencia apenas tuvo sentido.
—Este fiel servidor los conducirá en su camino. Por favor... —dijo. Éste había hecho una inclinación profunda y abrió paso con un gesto de su mano.
Cuando el eunuco comenzó a caminar, Urie y Suzuya lo siguieron de cerca.
Urie no había sido recibido de esta manera cuando era un soldado introducido, pero conocía las modalidades dentro del palacio. Puede decirse que este conocimiento fue obligado. En sus años de florecimiento, jamás pensó en conocer la punta de la cima, pese a eso, estudió mucho mientras fantaseaba con formar parte de las famosas reuniones en Hoshi. Se decía a sí mismo bajo posibilidades “Si me convierto en un soldado interno, pasaré vergüenza por no saber etiqueta...” o “Si me presento y cometo una falta de respeto, no podré seguir viviendo en paz...”. Urie siempre fue un plebeyo, incluso vivía en el área más rústica del país, ¿quién conoce a la alta sociedad ahí? Su familia vivía bien en ese entonces y no lo pensó mucho, hasta que decidió ser una Estrella de Constelaciones, por supuesto.
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Factura tardía 【Mutsurie】
Fiksi Penggemar【AU】【Lenguaje vulgar】 Han pasado millones de años desde el deterioro del planeta Tierra y desde su lenta restauración. El mundo parece haberse reiniciado. Nuevas almas nacen, así como las viejas reencarnan. Incluso las antiguas bestias del pasado de...