CAPÍTULO 56.
Hansel tras sufrir de una pesadilla se ha despertado en su oficina. El día anterior trabaja hasta tarde y cayó en un sueño profundo. El trabajo de cierta forma le hace olvidarse de la supuesta venganza hacia Cristal, o tal vez no.
Desubicación.
A Hansel le tardó un tiempo reconocer que no estaba en su habitación. Bajó su mirada hacia su traje de trabajo estrujado y la corbata zafada.
Se levanta de su escritorio lleno de papeles adolorido, por lo que tuvo que torcer su cuello varias veces, mientras hacía círculos con su cabeza.
Guió su vista hacia su reloj de pulsera y notó el horario de meridiano.
—¡Mierda! 12 del mediodía. ¿He dormido tanto? —Se estiró y restregó sus ojos para luego dar un bostezo—. Algo me dice que en este día voy a estar demasiado perezoso. ¡Cristal...!
Al no escuchar respuesta alguna después de un minuto la vuelve a llamar.
—¡Cristal...! —pero tampoco hubo respuesta.
Hansel sale de aquel escritorio arrancándose la corbata y poniéndosela sobre el hombro. La señora Cela al notarlo, se le acercó.
—Señor, ¿estaba llamando a Cristal?
—Si. ¿Sabes dónde está?
—Eh, señor. Hoy es domingo, recuerde que usted le está dando los domingos libres.
Hansel se llevó la mano a la frente.
—Ah, cierto. Se me había olvidado.
—Si quieres yo puedo preparar el café.
—Gracias, Cela. Me lo llevas a la habitación. Quiero tomar un baño.
—Sí, hijo. Hoy se marcha mi sobrina. Ayer me dijo que te lo recordara para que no lo olvidases.
—Oh, gracias Cela. Siempre salvándome la vida.
—De nada, mi niño.
Mientras que en los grandes almacenes de la mafia "Demonio" , se encontraba Eduard Méndez más conocido como el señor Z negociando con aquellos que ya una vez lo habían amenazado.
—Escúchame, Eduard o señor Z, como carajos te llames. Pero me vas a pagar mi mercancía, con la tuya o con tu vida.
—Solo 5 días. 5 días y le pago todo lo que les debo, lo juro. Entiendan que acabo de invertir en algo y no puedo sacar el dinero ya.
—Eso lo hubieses pensado antes de meterte con nosotros. Recuerda que tú serás una de las mafias más peligrosas, pero no la más peligrosa como lo somos nosotros.
—¿Eso es una amenaza?
—No... solo es una muestra de cariño. ¡Claro que es una amenaza! Y más te vale pagarla para que no se cumpla.
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Placer a la vida ✔
Teen Fiction[FINALIZADA EN EDICIÓN] Si la vida te diera una segunda oportunidad de darle placer a través de un secuestro. ¿Lo harías? Cristal toda la vida ha vivido bajo el cuidado de un volcán en erupción, mejor dicho, la tía Verónica. Y aunque no fue de la me...