Capítulo 1

1.9K 313 763
                                    

CAPÍTULO 1

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 1.

Muchos dicen que el mejor momento para despertarse es a las 8 de la mañana, que se debe aprovechar el día para hacer lo necesario, pero siempre hay alguien que rompe las reglas.

Ahí está, nuestra querida Cristal Monserrat, tumbada sobre su cama con la boca abierta y roncando.

Sí, así es. En estos momentos son las 9:43 de la mañana, y hay una personita que aún está en los brazos de Morfeo; considerando el hecho de que es día de escuela estamos en un gran problema.

—¡Cristal!

—¿Qué? ¡Oh! —Ya Cristal está con sus codos en el suelo—. ¡Tía!

—No sé por qué juegas conmigo. Estás atrasada para la escuela. Es una vergüenza para nuestra familia tenerte en nuestro seno —decía la señora caminando de un lado a otro en la habitación, moviendo su dedo índice constantemente, cuando de repente se voltea—. ¿Qué haces ahí todavia, Cristal? Ala, ala. —Dio dos palmadas provocando que la muchacha se levantara del suelo.

Al momento la chica prosiguió a alistarse.

Caminó hacia el espejo que decoraba su habitación y resopló al ver las hebras de cabello castaño que sobresalían de la coleta, que se había hecho la noche anterior para irse a dormir. Las peinó dejando caer unos de sus largos cabellos al suelo cuando se cepillaba con apuro, pero a su vez, con fuerza.

Las recogió con sus delicadas y blancas manos en el suelo. Si la tía veía un rastro de suciedad en su habitación, no viviría para soportar otra de sus peleas.

Detalló su rostro blanco y pálido en el espejo a falta de sol, su nariz perfilada acompañada de pequeñas pecas y sus gruesos labios que nunca habían sido bañados de pintura.

Cristal no es muy alta, mide un poco más de 1.65 y, aunque es obligada a esconder su cuerpo, su ligera delgadez y se cintura causarían un gran impacto en comparación a otras chicas.

Salió de su habitación después de tomar su gris mochila en su espalda, cansada del aburrimiento que cada día le portaban los colores con los que era obligada a vestir. Caminaba sintiendo cómo la larga falda rozaba sus rodillas y los botones de su camisa holgada tintineaban, pidiendo que la abrochara más allá de sus codos.

Además de que "es" muy reservada, tiene prohibido los escotes y usar joyas. ¡Es un infierno!, sobre todo para alguien que está en la flor de la juventud.

Y al final, cumpliendo los requisitos necesarios para abandonar la aburrida casa, emprendió camino hacia el colegio.

Sus ojos visitan las alegres caras de sus compañeros, siempre hablando sobre la fiesta que se dio lugar el viernes en la noche. Según las personas, ha sido la mejor fiesta del año y Cristal, como siempre, no fue.

Atraviesa las puertas y todos le dirigen miradas extrañas. Los ojos van hacia arriba acusándola de mal aspecto; ella causa mala impresión por ser la típica nerd del salón y la mayoría de las personas le huyen o solo le hablan cuando necesitan la respuesta de un trabajo.

Placer a la vida ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora