𝐂𝐚𝐩 𝟏𝟕: Ruinas

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Michael

Cuando bese la frente de Kristen la noche en qué nos despedimos sabía que nada de lo que éramos sería igual, trate de hacerme la idea de verla, escucharla, trabajar juntos, incluso pasando demasiado tiempo con la compañía del otro; comprendía que no sería fácil trasladarnos a un ambiente solamente laboral, pero cuando la observe ese lunes en la oficina con aquel traje negro y las botas por encima de las rodillas tuve que controlar cualquier impulso que pasará por mí mente.

Controle las ganas de besarla mientras la sujetaba por el cabello, o el impulso de quererla sacar de sus casillas ahí mismo para ver su molestia en sus ojos, su arrogancia mezclada con terquedad porque ahora había observado que algo que siempre quería esa mujer era tener la razón.

Y si algo me estaba empezando a agradar era llevarle la contraria.

Pero le prometí que todo terminaría en mi suite, todo lo que fuimos se quedó en aquellas paredes; reconozco que después de ese día me he comportado de la peor manera posible, si tenía fama de ser una persona arrogante, con ella lo estaba haciendo aún más.

¿Era un comportamiento justificado? Tal vez no, pero no conocía otra manera de controlar la situación, y siempre que Kristen estaba a mi alrededor sentía que perdía el control de todo mi entorno, lo cual me molestaba pero me emocionaba por igual a algo que era desconocido.

Sabía que en cualquier momento discutiríamos de una manera un poco fuerte debido a nuestro carácter un tanto similar, pero algo que no esperaba es que fuera tan pronto, acepto que sus ideas no me agradaban en lo absoluto y que incluso cuando la vi en la presentación me decepcionaron, en ese momento estaba molesto pero conmigo por dejarme llevar por una cara bonita. El panorama me cambio por completo cuando se lo dije, porque su rostro fue de irá y confusión como si no valorará su trabajo.

Así que sí, iba a hacer lo que nunca antes hubiera hecho.

La iba a escuchar y darle una segunda oportunidad a sus ideas para mí empresa, la razón confiaba en su trabajo y una parte de mi la quería cerca para tratar de descifrar a aquella mujer de cabellera negra.

—¿Qué opina usted señor Jackson? — la voz del encargado de las finanzas de la empresa me saco de mi estupor.

Llevaba más de media hora en la sala de juntas, y a pesar de mantener mi mente en cierta persona sabía perfectamente lo que se estaba tratando en esta junta, solo estaba dejando pasar el tiempo para poder meditar cómo manejaría la situación de ahora en adelante.

—Se que es arriesgado invertir en esa zona y más en esas empresas pero tenemos más factores de ganancia que de perdida, así que continúen con lo ya acordado anteriormente — hablé sin una pizca de emoción como si su trabajo y está junta fuera lo más ordinario para mí. Observe mi reloj, treinta cinco minutos era tiempo suficiente para dejar comer a Kristen sin mi presencia — si no hay nada más que discutir pueden retirarse.

Me levanté de mi silla, mientras que todos imitaban mi acción para salir de la sala, camine directo hacia mí oficina sin detenerme a hablar con ninguno de los socios y mi gente más importante dentro de la empresa como solía hacerlo.

Cuando llegue al escritorio de Mara la observe trabajando con un cúmulo de carpetas en su escritorio. Muchas veces me he preguntado si este trabajo no es demasiado pesado para alguien que trabaja y estudia pero siempre que trato de decírselo Mara me responde que no dude de sus capacidades que el día en que ella llegué a fallar en algo ese día será cuando deje de trabajar para mí, hasta el momento sigue sin tener fallas.

—¿Pediste la comida del restaurante donde te dije? — hablé antes de llegar a la puerta de mi oficina.

—Si, llegó hace más de veinte minutos — asentí conforme, para caminar los pasos faltantes y entrar en mi oficina.

𝐒𝐢𝐧 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora