𝐂𝐚𝐩 𝟐: Una noche

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Kristen

Tal vez estaba mal el pensarlo tanto, más bien estaba mal tan siquiera pensarlo, habían cometido un error, me habían confundido con otra persona y me había equivocado desde el momento en que no hablé en ese baño. Pero no había marcha atrás decidí callar y ahora me encontraba a punto de cometer la peor locura de toda mi vida.

Era increíble que alguien no tuviera nada que hacer un domingo por lo noche tal vez por eso estaba haciendo esto pero no había vuelta atrás estuve toda la noche debatiéndolo y si puede que esté equivocada pero es mejor que no intentarlo.

Saque el vestido negro que se encontraba en mi armario, debido a mi trabajo solía contar con vestidos elegantes cuando se presentaba un evento que requiera un alta etiqueta y al ver el hotel fue en el primer vestido que vino a mí mente para usar está noche.

El vestido era largo contaba con una abertura del lado izquierdo, el cual dejaba expuesto una de mis piernas, en la parte superior todo era de encaje negro, incluyendo las mangas que le ayudaba a dar ese toque elegante, el corte era en V aunque se mantenía en un escote discreto. Fui por unos tacones negros demasiado altos pero nada a lo que no estuviera acostumbrada.

Voltee hacia mi cama donde se encontraba un antifaz negro que de igual manera era de encaje, no tuve necesidad de comprar uno ya que ese antifaz era de Maddie el cual lo uso para una fiesta de Halloween, no se cómo llegó a mi pero era como si todo estuviera destinado a ser.

Observe mi reflejo en el espejo  el cual me mostraba una Kristen completamente distinta parecía entusiasmada, feliz y si un poco nerviosa a pesar de que esto puede ser un grandísimo error, mi corazón latía desenfrenado esperando un momento que ni siquiera yo entendía que esperaba.

Salí de mi departamento no sin antes tomar un abrigo negro, el cual cubría mi vestimenta porque está claro que me sentía como si alguien en cualquier momento me fuera a descubrir. En el estacionamiento del edificio caminé hacia mi auto una vez dentro vi como mis manos temblaban al igual que mis piernas.

Y si esto acaba mal

—No pienses negativo Kristen solo vas a ver de qué tratan esas fiestas.

Cuando estacioné el auto en el estacionamiento exclusivo del hotel deslumbre los lujosos autos y camionetas que aquí se encontraban, ni en toda mi vida podría pagar por algo así, cada auto que observaba era más caro que el anterior.

Ignorando aquel hecho me puse el antifaz atando las cintillas detrás de mi cabeza, observe mi reflejo por el espejo retrovisor y no pude evitar sonreír porque realmente me veía bien y me sentía bien, como cuando una adolescente se arregla para su fiesta de graduación, la emoción y la satisfacción era inmensas.

Salí de mi auto rumbo al lobby de hotel, los nervios seguían pero ahora eran notorios en la manera en que jugaba con aquella tarjeta entre mis manos, cuando llegue al lugar deseado dude en que el lugar fuera el correcto o en sí no había hecho las cosas bien, estaba apunto de retroceder e irme, cuando una chica de cabello rubio captó mi atención.

¿Todos en este lugar usaban antifaz?

—Bienvenida señorita, me permite su tarjeta — le di la tarjeta negra sin titubear, la cual se la dio a una chica que estaba en recepción y tecleaba algo rápido.

Me extraño que el lugar luciera tan solo es cómo si solo se permitiera el acceso a lo que estaban invitados a aquellas fiestas privadas.

La chica de recepción le devolvió la tarjeta a la chica de rubio quien me regreso la tarjeta la cual no era la misma está era de un plateado brillante.

—La tarjeta negra es su pase de entrada, la tarjeta plateada es su “identificación” en la fiesta y le permite el acceso a cualquier habitación excepto la del último piso — explico al ver mi confusión — la tarjeta negra se le regresará cuando salga y entregué la tarjeta platinada. — sonrió amablemente por lo cual imite su gesto —, ahora sígame.

Camino hacia el elevador pero en lugar de entrar como esperaba camino hacia el lado derecho por un pasillo algo escondido, después de ese pasillo salimos a algo que parecía otro lobby pero este estaba más escondido y muchísimo más elegante con sus pisos de mármol.

—Detrás de esa puerta — señaló una puerta tallada de madera que se encontraba enfrente de nosotras — hay una sala la cual tiene puertas de cristal una vez las abra estará adentro de la fiesta. ¿Alguna duda?

—No…

—Muy bien, me permite su abrigo — se lo di aún algo agobiada y tratando de asimilar en donde estaba — que se divierta.

Y sin más desapareció del lugar, caminé hacia aquella puerta de madera pero antes de abrirla, respire cuatro veces para entrar al lugar, como lo había dicho era una sala semi oscura, pero del otro lado divise las puertas de cristal las cuales no dejaban ver su interior, sin más y decida caminé hacia aquellas puertas y las abrí.

Jamás imaginé que algo así podía existir el lugar era hermoso, el piso parecía de cristal, mientras que del techo colgaban tiras las cuales eran luces doradas, a pesar de que el lugar se encontraba iluminado seguía siendo oscuro, todo parecía de otro tipo de universo el cual era demasiado caro y elegante, cada persona con su antifaz y lujosos vestidos hacían del ambiente más misterioso e íntimo.

Cerré las puertas detrás de mí, agradeciendo que ningún pares de ojos me prestarán atención todos estaban enfocados en sus acompañantes hablando o bailando. Caminé con seguridad como si hubiera estado en este lugar millones de veces antes a pesar de que me temblaban las piernas y las sentía como gelatina. Sin saber muy bien que tan extenso era este lugar caminé hacia un mini bar el cual tenía una barra con unos bancos desocupados.

—Que desea beber — me habló un chico que al parecer trabajaba aquí y al igual que todos tenía un antifaz.

—Un Martini, por favor — aquel chico asintió y se retiró.

De la nada el ambiente en el lugar cambio, sentí una repentina energía recorrer mi columna vertebral cómo si algo me atrajera magnéticamente.

—Me permite acompañarla.




𝐒𝐢𝐧 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora