Mejor amigo

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Tengo mi cabeza recostada sobre mis rodillas mientras miro el cielo por mi ventana. Cierro los ojos al sentir una brisa en mi cara, dejando que mis cabellos sueltos se muevan para todos lados. Suspiro una vez más y trago el nudo que se formó en mi garganta por tercera vez en quince minutos.

Oigo la puerta de entrada de mi departamento ser abierta y unos segundos después unos pasos acercándose a mi habitación. Sabia de quien se trataba.

-Hola-oigo su voz y no respondo.

Toma asiento a mi lado y posa su mano sobre mi espalda. Esta vez no hice nada para detener mi llanto, era silencioso. Shawn se deshizo de mí anterior posición y me rodeó con sus brazos formando un abrazo. Uno que duró mucho tiempo y que necesitaba realmente.

-Ella me engañó Shawn-susurré con voz ronca aún dejando salir las lágrimas.

-Lo sé cariño, Charlie me lo dijo-respondió.

-Lamento no habértelo dicho antes, es que...

-No te disculpes ___-limpió mis lágrimas-. Sé que no te gusta que las personas se preocupen por ti. Pero ahora estoy aquí y haré lo que sea para que olvides a esa tonta.

Suspiré y me tumbé sobre mi cama, cubrí mi rostro con una almohada para luego soltar un largo suspiro.

-No quiero salir Shawn.

-Vamos ___. Has estado aquí sola por tres días y necesitas distracción. Además no te bañaste durante esos días.

Le lancé la almohada que cubría mi rostro anteriormente y me senté nuevamente.

-¿Sabias que estuve así durante tres días y recién hoy apareces?.

-Te dije, soy tu mejor amigo y te conozco bien. Me ibas a correr apenas apareciera por la puerta-tenía razón-. Ahora métete a esa ducha y prepárate.

-¿Para qué?-dije de mala gana.

-Ya lo sabes, saldremos y sin protestas-dijo apenas me vió abrir la boca.

[...]

-Odio este lugar-dije.

Shawn me trajo a una de las cafeterías que encontramos mientras estábamos en la universidad. Tienen el mejor café de la ciudad.

-No es cierto, te encanta. Es el único lugar donde no vino la tonta

-Por favor no la nombres.

Nos quedamos en silencio unos minutos mientras esperamos nuestro pedido. Observé por la ventana a las personas que pasaban y me enfoqué en dos pequeñas niñas que se ayudaban entre sí con sus patines. Reí ante un recuerdo que llegó a mi mente.

-Es lindo verte sonreír-dijo Shawn.

-Estaba recordando la vez que le enseñaste a tu primo a patinar.

-Por dios, ese niño me odió por todo un mes-reí por lo que dijo.

-Y como no si los dejaste caer de esa calle empinada.

-¡No era tan empinada!-se quejó-. Además el estúpido pájaro se cruzó en su camino.

Nuestro pedido llegó y hablamos de diversos temas. Estaba agradecida con él por no tocar el tema de mi ahora ex novia.

Shawn y yo somos amigos desde que usamos pañales. Nuestros padres se conocieron en secundaria y también formaron una buena amistad, así es como Shawn y yo nos conocemos. Nunca nos vimos de alguna manera que no fuera amistosa, acepto que tuve un pequeño enamoramiento con él cuando apenas éramos unos adolescentes, pero lo superé rápido. Nos hemos visto en nuestros mejores y peores momentos. Por eso agradezco que él esté aquí conmigo y haga su mejor esfuerzo para que yo la pase bien.

-Bien, vamonos-dijo una vez que cada uno terminó de pagar su pedido.

-¿Qué? ¿Dónde?-dije confundida, creí que esta era nuestra única parada.

-Ya lo verás pequeña.

[...]

-¿Qué es esto?-pregunté.

Estábamos en un lugar parecido a un galpón, habían cosas viejas por todos lados y pedazos rotos también.

-Esto, mi querida amiga, es un lugar para que saques todo lo que tengas adentro-al ver mi cara de confusión suspiró-. Se que estás triste y enojada, tienes que sacar todo eso dentro de ti. Mira te mostraré cómo.

Me tendió unos lentes y un bate de béisbol. Tomó uno de los jarrones que estaba ahí y lo puso sobre una base de madera.

-¿Lista? Aquí voy.

Con aquel bate golpeó con fuerza el jarrón haciendo que se rompa en muchos pedazos. Abrí mis ojos ante aquella acción y oí la carcajada de Shawn.

-Dame uno de esos jarrones-dije.

Pensé en la cara de la idiota y lo que me hizo, no una sino varias veces. Con toda mi furia le di un golpe al jarrón y este no tardó en quedar destrozado.

-¡Esto es genial!-dije emocionada-¡Dame aquel parlante!.

Ambos nos pasamos destrozando cosas hasta cansarnos. Reimos y gritamos todo el tiempo, realmente fue divertido.

-¿Cómo encontraste este lugar?-dije aceptando la botella de agua que me ofrecía.

-Charlie me lo mostró, estaba enfadado con mi padre y dijo que la mejor manera de descargarme era aquí. Así que quise que tú hicieras lo mismo.

-Gracias Shawn.

-No hay de qué-revolvió mi cabello.

-No, enserio. Gracias por hacer que me sintiera mejor y me olvidara de esa mujer por un día. Eres el mejor amigo de todos.

-Tú eres la mejor amiga del mundo-me abrazó y yo a él igual-. Te quiero pequeña.

-Y yo a ti grandote.

Imaginas Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora