Heather

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Todavía recuerdo cuando solo éramos tú y yo. Dos mejores amigos a los cuales no le importaba nada. Solo teníamos planes para vivir juntos y estar más unidos que nunca.

Recuerdo aquel tres de diciembre cuando solo éramos tú y yo. Donde ella no estaba entre nosotros.

-¿A dónde vas Adam?-preguntó mi madre.

-Shawn y yo iremos al mirador. No llegaré a cenar-coloqué algo de perfume detrás de mis orejas.

-Está bien. Tengan cuidado y mándale un saludo de mi parte-asentí para luego salir de casa.

Subí al auto estacionado justo frente a mi hogar y le sonreí a la persona que estaba sentada del lado del conductor.

-Hola amigo-sonrió.

-Hola Shawn-le devolví el saludo.

-¿Qué tal todo?.

-Oh ya sabes, papá ayudándome con mis cosas y mamá llorando porque su pequeño hombrecito se va de la casa-Shawn soltó una carcajada y sonreí ante ese acto-. Por cierto, te manda saludos.

-Muchas gracias. Amo tanto a tu madre.

-Y yo, pero intenta guardar tus cosas mientras escuchas su llanto-subí el volumen a la radio.

-No gracias, suficiente con escuchar los llantos de la mía-rió.

El resto del camino nos la pasamos hablando sobre la mudanza a nuestro departamento y también cantando un poco de Michael Jackson. Nos detuvimos en un McDonald's y pedimos para llevar.

Una vez que llegamos al mirador bajamos del auto y nos sentamos en el capó. Saqué ambas hamburguesas y también las papas. Shawn me tendió mi refresco y gustoso le di un buen trago.

-Woah, tiempo sin venir aquí-dije mientras comía una papa.

-Teniamos que retomar estos viejos hábitos-repitió mi acción.

-Las estrellas acompañan muy bien esas luces. Definitivamente amo Los Ángeles-sonreí.

-Y yo-habló con su boca llena.

-Que asco Mendes-arrugué mi nariz.

-Acostumbrate Adam, porque así será cuando vivamos juntos.

-¿Te das cuenta que en una semana estaremos siendo compañeros de casa?-sonreí mientras miraba mis papas.

-Es lo que queríamos desde los trece. Creíamos que vivir solos se trataría de comer pura chatarra y jugar videojuegos-respondió.

-Actualmente tenemos veintiuno y no está alejado de lo que haremos-ambos reimos.

-También saldremos de fiesta, aunque tú no quieres-dijo antes de escucharme protestar-. Sé que no te gusta, pero tienes que buscarte a una chica.

Mastiqué mi hamburguesa lentamente al escucharlo decir eso último. Si solo supiera que no busco a ninguna mujer. Solo busco un chico que me ame y me corresponda. Alguien como él.

-Estoy seguro que hace mucho no te acuestas con una chica. Creo que tu última vez fue cuando perdiste tu virginidad-rió.

Y tenía razón. Perdí mi virginidad con nuestra amiga Morgan. La cual, aparte de mis padres, es la única que sabe que soy gay. Ella fue la primera y última vez que estuve con una chica. Luego de terminar nuestro acto no pude evitar llorar y contarle a Morgan mi secreto, ella comprendió y decidió apoyarme en todo. Guardó mi secreto y hasta el día de hoy lo sigue haciendo.

-Tú sabes que no. Tuve varios encuentros-tomé de mi soda.

-Cierto, Morgan alardea que eres muy bueno.

Imaginas Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora