Imaginas Shawn Mendes

Ensalada

Coloqué un poco de perfume detrás de mis orejas y luego un poco de brillo sobre mis labios. Eso bastó para estar lista bajar a la cocina donde me esperaba mi hermoso novio.

-Estoy lista amor-Shaw al verme no pudo evitar sonreír.

-Entonces vamos. Pero antes de ir al estudio pasemos a comer algo.

-Está bien.

Nos dirigimos al auto y cada uno se montó en su lugar. Mientras Shawn maniobraba el volante yo iba eligiendo alguna canción.

-¿Puedo poner una canción tuya?-pedí como niña.

-Mejor pon una de Billie-me observó.

-Bueno, pero pon tus ojos en el camino no en mi-dije buscando alguna canción del nuevo disco de Billie.

-Nena, mis ojos siempre caen sobre ti aunque no lo quiera.

-Solo conduce Shawn-sonreí.

Bad Guy empezó a sonar dentro del auto y no puede evitar cantar al igual que Shawn. Dejé que el cantara la mayor parte porque mi hombre tiene una voz espectacular.

Llegamos a un pequeño restaurante el cual no llamaba mucho la atención, lo cual agradezco porque no quiero paparazzis rodeandonos y molestando a los otros clientes.

Nos sentamos en la primer mesa vacía que vimos y esperamos a que nos atiendan.

-Gracias por traerme aquí Shawn, pero no tengo mucha hambre-admití.

-Y como no si desayunaste lo tuyo y lo mío-rió.

-Tú dijiste que no querías y la comida no se tira-encogí mis hombros.

-Como sea. Hoy te ves muy hermosa cariño-tomó mi mano sobre la mesa.

-Gracias amor, tú también te ves hermoso.

Mantuvimos una charla sobre lo que haríamos luego de ir al estudio hasta que una chica apareció para tomar nuestro pedido.

-Buenas tardes chicos ¿Qué les puedo ofrecer el día de hoy?-nos brindó una linda sonrisa.

-Pues yo quiero alguna pasta, la que sea está bien-pidió Shawn amablemente.

-Y yo solo quiero una ensalada, la número dos por favor.

-¿Algo para beber?-preguntó.

-Solo traiganos agua-hablé.

-Enseguida vuelvo con su pedido-dijo ella.

-Muchas gracias-dijo Shawn antes de que la camarera se retirara.

-¿Te llenaras con una ensalada?-preguntó Shawn.

-Tranquilo amor, desayuné mucho y hambre no tengo así que estaré bien.

Volvimos a retomar nuestra charla hasta que fue interrumpida nuevamente por una chica que se acercó con su celular en mano.

-Hola. Lo siento por interrumpir pero ¿Puedo tomarme una foto contigo?-preguntó aquella muchacha.

-Por supuesto cariño-aceptó Shawn.

-Dame, la saco por tí-dije amable.

-Bueno-contestó seca ella pero no le tomé importancia.

Tomé una foto y luego tomé otra por si acaso. Entregué su celular y ella le agradeció a Shawn pero a mi no.

-Eso fue grosero-dije una vez que se fue.

-¿Qué cosa?-preguntó confundido Shawn.

-Esa chica ni siquiera me agradeció-rodé mis ojos.

-Tal vez se le pasó.

-Oh no la defiendas Mendes.

-No la estoy defiendo amor-tomó mi mano.

-Bueno.

-Por favor amor, no puedo creer que te enojes por una estupidez.

-No es estupidez. Pero tienes razón, no es la primera vez que una fan me trata así-suspiré.

-Todavía no entiendo porque te tratan así. Eres un metro veinte de puro amor-sonrió.

-Oye, mido un metro sesenta y cinco a tu lado si parezco un metro veinte-me defendí.

-Para mi eres el metro veinte más lindo-dejó un pequeño beso en mi mano.

-Aquí les traigo su orden. Pastas pera el señor y ensalada número dos para la señorita-dijo la chica con nuestro pedido-. Su agua está aquí y espero que disfruten su comida-sonrió y se fue.

Clavé mi tenedor en el tomate y la lechuga y luego junté un poco de zanahoria. Lo llevé directo a mi boca y saboree ese grandioso sabor.

Observé a Shawn y ví como hacía gestos de asco cada vez que me veía masticar.

-¿Sucede algo con tu comida Shawn?-pregunté.

-Con la mía no, si con la tuya.

-Mi comida no tiene nada raro-observé mi plato.

-Claro que si. Tiene tomate.

-Oh por Dios Shawn. No es para tanto-rodé mis ojos.

-Si que lo es. Tiene tomate.

-Tus pastas también tienen tomate-apunté su plato.

-Es sala y no se siente el gusto al tomate-se encogió de hombros.

-Pues en mi ensalada no hay nada malo-llevé un poco de esta a mi boca y mastique feliz.

-Cabe aclarar que no me besaras hasta que te laves los dientes-enroscó un poco de fideos en su tenedor.

-Entonces no me lavaré los dientes en todo el día-reí.

-Está bien, pero luego no vengas a pedir un beso de buenas noches-sentenció.

-Puedo vivir sin él-me encogí de hombros.

-Ya lo veremos querida.

El resto del almuerzo solo platicamos e hicimos un par de bromas entre nosotros. Cuando salimos de aquel lugar Shawn me dió un beso olvidando mi aliento a tomate. Cuando se separó de mí no pudo evitar hacer una cara de asco que provocó una risa de mi parte.

Es un exagerado, pero exagerado y todo lo amo.