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Si, no sucederá nada solo son amigos que se besan y ya — pensaba zeldris sudando frío regresando de la escuela con su hermano y la albina a su lado— No entres en pánico zel — se seguía diciendo a sí mismo, si llegaba a entrar en pánico podía comportarse como Niño pequeño y no quería hacer una rabieta 

¿Hu? ¿Meliodas?— el azabache paró su camino cuando escuchó la voz de Elizabeth —¿Que haces?—

—Para ti — fue lo único que le dijo. En su mano poseía otra rosa de color rosado igual de hermosa que la blanca, de el mismo dedo escurría un pequeño hilo de sangre y en su mano izquierda se encontraba la navaja con la que le quitó las espinas. El color carmesí en las mejillas de ambos jóvenes fue suficiente para que el menor pasara saliva.

Muy bien zel ahora es momento de entrar en pánico—

MysticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora