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— Lo lamento me tome pastillas de más pero no se callaban — fue lo primero que dijo soltando el pincel y el lápiz a un lado dejando que Elizabeth pudiera ver más su obra. Ella estaba de perfil, con una expresión que parecía de paz o concentración, distraída aparentemente, su cabello le caía por los hombros, sus ojos se veían tan relucientes que juraría que son reales y tenía un color pálido de piel, era realmente perfecto el retrato — Así que quise pintarte para perder el tiempo e intentar silenciarlos, espero no verme tan obsesivo — pero Elizabeth seguía completamente maravillada 

— No sabía que sabias dibujar y pintar — 

—Lo hacía de pequeño — 

— Es hermoso — ya no respondió, solo camino hasta él con la misma cara de paz que la de el dibujo y lo abrazo con fuerza llenando su cara de besos. El corazón de meliodas se iluminó, estaban equivocados alguien si que podía amar a alguien como él 

MysticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora