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—Si no sientes lo mismo por mi lo entiendo — ya se había hecho de día, habían despertado tan tarde que no alcanzaban a ir a la primera hora y por los sonidos en la cocina podía predecir que su hermano tampoco había ido a la universidad— Pero lo de anoche...yo...ummm—

—Meliodas — la dulce voz de la gloriosa mujer desnuda a su lado fue suficiente para que el inexpresivo chico la mirara— Yo también te amo — le dijo acariciando su mejilla. Por más enfermedad que tuviera el rubio no pudo evitar sonreír completamente feliz de escuchar esas palabras, era la primera vez que sentía algo tan fuerte por una chica —Y sobre lo de anoche, fue algo increíble — una risilla salió de la boca de ambos 

—Se sintió muy bien, había sido mi primera vez — con esas palabras Elizabeth se sintió mucho más dichosa de lo que ya se sentía.

MysticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora