32

746 68 8
                                    

—Ellie— susurro el blondo en la espesa noche — Están aquí — se aferró mas fuerte a el cuerpo de la mujer que descansaba plácidamente en su cama. Su hermano le había prestado una pijama de esas que su novia usaba cuando iba a visitarlo y para su suerte le quedaba a la perfección — No me dejes — le rogó como un niño pequeño perdido en la oscuridad.

—Shhh— Lo besó — Yo soy la única real aquí  — y entonces volvieron a fundirse en un beso más tierno logrando que de esa forma el rubio se relajara y dejara de escuchar lo que lo atormentaba. Pero como cada cosa en la vida las intensiones cambian y de poco a poco esa ternura se iba convirtiendo en una pasión descontrolada 

MysticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora