No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)

7

Draco y Daphne eran avisados de todo lo que ocurria en la mansión, Daphne había adquirido la confianza de Bellatrix y el resto desde que se les unió y los demás creían que Draco seguiría cualquier orden ahora que no recordaba nada.

Pero eso había cambiado, por que desde hace meses, Draco Malfoy recordaba todo y se había algo más difícil que saber que Leash estaba viva y no podía estar con ella, era ver a su padre rondar por la mansión y no poder ahorcarlo.

Draco Malfoy odiaba a su padre, cuando era pequeño, lo único que buscaba de él era su aprobación, lo seguía como un cachorro y obedecía cada orden que le daba, quería crecer y ser como él, se enorgullecía de ser su hijo y se aseguraba que todos lo supieran.

Pero entonces, entro a Hogwarts y su apellido no le trajo nada más que soledad y miradas, él no quería eso, quería amigos, quería algo nuevo, pero no sabía quien era, más que ser un Malfoy. 

Los únicos que se mantuvieron a su lado fueron Blaise, Theo y Daphne, por que ellos entendían el sentimiento, pero para Draco eso no era suficiente, ya que para siempre sería el hijo de Lucius, el hijo de un mortifago, de un asesino, de un cobarde.

Le daba asco verse al espejo y darse cuenta que tantos años de jurar vivir diferente a las decisiones de su padre, había tomado el mismo camino.

Pero tenía que mantener su cabeza abajo, Draco no tenía miedo de lo que pudieran hacerle si descubrían que tenía sus recuerdos de regreso, tenía miedo que fueran a hacerle lo mismo, tenía miedo de nunca volverla a ver. Por ello se había detenido varias veces de la necesidad de golpear a su padre.

Por meses se sintió vacío, sin un propósito, ni un futuro, pero ahora tenía algo por lo que vivir, algo por lo que pelear y su nombre era Leash; pero por más que quería huir de ahí y dejar todo, no podía dejar a las únicas personas que habían estado a su lado todo este tiempo. 

Blaise y Theo huirían, definitivamente, ellos tampoco querían estar ahí.

Daphne.... ella era un caso distinto, ella estaba más hundida que el resto, Draco sabía que ella odiaba estar ahí, que daría lo que fuera de salir de ese hueco, pero Daphne ya estaba muy dentro para poder salir.

Y por otro lado, ahora estaba Astoria, ella era quien más preocupaba a Draco, entendía por que ellos cuatro estaban ahí ¿Pero Astoria? Ella pudo huir, tuvo la oportunidad de no vivir esto y aun así lo escogió, eso no tenía sentido.

Por ello, por más molesto que estuviera con Daphne, ella tenía razón, debía hacer algo por su hermana menor.

-Afuera- dijo Draco entrando al cuarto de la chica

Había unos cuantos elfos limpiando el lugar, pero era más que obvio que no necesitaban hacerlo, el cuarto estaba impecable, todo ordenado y arreglado, tal como Draco recordaba el cuarto de ella en Hogwarts.

Astoria apenas si lo miro, cerró el libro que estaba leyendo y se levanto de la silla para retirarse del cuarto, pero Draco la detuvo, sosteniéndola fuertemente por el brazo.

-Tú no- dijo con firmeza- Siéntate- dijo poniendo la personalidad que montaba en esa casa

Astoria retiro su brazo con fuerza y camino de regreso a su cama. Draco cerró la puerta una vez que los elfos salieran y sólo en ese momento se dejo respirar.

-¿Qué demonios Astoria?- preguntó dándole un golpe a la puerta, la chica se sorprendió y se pudo ver en su rostro por unos segundos, pero regreso a su expresión seca

-Vas a tener que ser un poco más especifico- dijo con un tono burlón 

-¿Qué haces aquí?-dijo Draco volteando para observarla

-Este es mi cuarto- dijo Astoria fingiendo incredulidad

-Déjate de estupideces Astoria- dijo él levantando su voz- ¿Qué carajos haces aquí? Quiero la verdad- demando 

-¿O qué?- preguntó ella cruzando sus brazos- ¿Me vas a torturar como a los magos que traen a esta casa y ya no salen?- le preguntó con un susurro helado 

Draco abrió los ojos con terror, por instinto se tapo las mangas de su camisa, aun que estuvieran limpias y observó a la chica con desconcierto.

-Hay cosas que no deben decirse- dijo ella- Se ven- dijo con asco 

Draco bufó irritado, no podía creer que esta chica fuera la misma que hace unos meses lo sostenía a la luz de una vela, diciéndole que todo iba a estar bien.

-¿Qué te paso?- le pregunto más calmado- Creí que Daphne te había sacado de Hogwarts, que...- pero no pudo terminar, Astoria se levanto con brusquedad de la cama

-Oh sí- sonrió- Mi adorable hermana mayor, la que me abandono un año anterior, me ignoro por meses y ocultó lo que le había pasado, me sacó de Hogwarts contra mi voluntad con la única explicación que tú- lo señalo con enojo- habías pedido que yo no estuviera ahí- se rio, pero no había nada de alegría en lo que decía 

-Y después de asegurarse que estuviera segura- abrió los brazos, aún riendo- Me volvió a abandonar, como si el último año, ella, Theodore, Blaise y tú no me hubieran ocultado lo que estaba pasando- dijo borrando la sonrisa de su rostro- Toda mi vida intentaron protegerme y de repente, me dejaron, sin respuestas, sola...- susurró, el dolor mostrándose en sus ojos 

Los ojos de ella y los de él se encontraron y Draco pudo ver en ellos la desesperación y terror que él tenía cada vez que se miraba al espejo y le rompió el corazón tener en frente a la chica que solía tartamudear cerca de él, pero ahora, rota y vacía.

-Me harte- dijo Astoria después de unos segundos- De que todos decidieran por mí, que todos decidieran que decirme o que no, que decidieran cuando me quieran o no- dijo mirándolo, sabiendo que se refería a él- Me harte que todos me trataran como una niña estúpida, una niña que no soportaría la verdad- dijo con enojo- ¿Pues que crees?- le preguntó- Ya sé la verdad, y esta es mi decisión- dijo con dureza

-No tienes ni la menor idea de lo que pasa aquí Astoria- dijo Draco molesto, acercándose a ella

-Lo dice quien recuerda todo y sigue aquí- le contestó ella mirándolo con nada más que asco

-No sabes en lo que te estas metiendo- le repitió- ¿Crees que te mantendrán todo el tiempo enviando mensajes y cuidando puertas?- se burló- Tienes que salir de aquí, una vez que te pongan la marca...- pero Astoria lo calló, levantando la manga de su camisa

Y ahí estaba, la marca tenebrosa, impregnada en la piel canela de la chica y Draco dejó de respirar por unos segundos, ya era demasiado tarde.

-Sé perfectamente lo que estoy haciendo- dijo ella sin bajar su manga- ¿Querías salvarme? ¿Querías protegerme?- se burló- ¿ O tal vez querías mantenerme cerca para la próxima vez que te cansaras? - preguntó, recordándole palabras que él le había dicho- Pues lamento decirte que una vez más- dijo con un susurró gélido- Le fallaste a alguien que te llegó a amar- 

Astoria lo empujo con su hombro y salió de su cuarto con rapidez, dejándolo descortezado, en la oscuridad de esas cuatro paredes.