No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)

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Leash miró a su mejor amigo, el cual seguía intentando controlar su respiración.

-¿Desde cuando has sabido?- preguntó Leash abrazándose a ella misma

Neville termino de calmarse y miró a la chica, sentada en el mismo asiento en donde la recordaba, manteniéndose él en su lugar.

-Algunos meses- admitió Neville- Tuve mucho tiempo para pensarlo mientras tu estabas lejos- explicó- Por supuesto que no sabía si estaba en lo correcto, pero, cuando llegaste me miraste diferente, tan solo confirmaste lo que ya sospechaba- dijo observando a través de la ventana- ¿Y tú?- le preguntó el chico 

Leash se levantó de su mesa y la acarició con sus manos, sonriendo con melancolía.

-18 de junio de 1996- dijo Leash con un nudo en la garganta

-El día que moriste- dijo Neville interrumpiéndola

-El día que fuimos al ministerio y encontramos mi profecía- lo corrigió Leash- Draco y yo la escuchamos, eso estaba asegurado- lo miró a los ojos- ¿Pero tú? Tú también la escuchaste- le recordó

Neville cayo en cuenta de lo que decía, recordaba aquella noche, pero esa parte del recuerdo había sido borrosa hasta que ella volvió a recordársela. 

-Me sorprendió que pudiste hacerlo, no había forma que pudieras escucharla sin ser parte de ella, pero, tantas cosas pasaron después, que decidí hacerlo de lado- caminó hacia adelante, acercándose a la mesa de la primera fila- Luego Zack me hizo pensar en otras opciones, pero mi cabeza no fue a ti directamente, fue hasta que estuve en casa de mi padre y me di cuenta que sólo quería hablar con alguien- lo miró- Contigo- dijo sentándose en la banca

Neville camino a su lado y se sentó en la silla al lado de ella, rio al notar lo mucho que había crecido desde que se había sentado ahí.

-Salón de Defensa Contra las Artes Oscuras, cuarto año, yo estaba sentado aquí cuando te levantaste y me defendiste- dijo Neville observando las paredes del salón 

-E inmediatamente después, fui a buscarte y de ahí nació esta hermosa amistad- sonrió Leash con ternura y Neville correspondió

Se quedaron en silencio, algo que era normal en ellos, pero no era incomodo, no se sentían incomodos entre ellos, confiaban plenamente en el otro, al punto que podrían sus vidas en las manos de ellos, algo que Leash estaba haciendo en ese momento.

-Entonces...- dijo Neville- ¿Me amas?- preguntó Neville empujándola con su hombro 

-Deja tu ego Longbottom- dijo ella volteando los ojos- Si estas aquí es por que tú también me amas, Plantita- se burló de él y Neville rio 

-La diferencia es que yo no tengo ningún problema en aceptar mis sentimientos- se defendió él, observando el rostro de su amiga, un rostro bello, con cortadas, una gran cicatriz, un ojo ciego y uno azul como el mar- ¿Draco lo sabe? Supongo que sí, él fue quien me dijo a donde venir- le pregunto 

Leash asintió, su mirada distraída por la conmoción afuera.

-Sí, estaba casi convencida que eras tú, por ello decidí hablarlo con él en mi casa- explicó

"-Draco- dijo Leash en su cuello- Hay algo que debo decirte- dijo ella y Draco se alejo para poder ver su rostro- Es sobre la profecía- admitió con nerviosismo.

-Oh no, no me digas que hay algo más, voy a explotar del estrés- dijo recargando su frente en su hombro

-No, bueno sí, pero es lo contrario de lo que crees- intentó explicar ella- Creo... que tú no eres el de la profecía- dijo finalmente