25

3K 356 64
                                    

Lo bueno de que sólo Astoria sabía que Draco tenía su memoria de regresó, era que nadie mencionaba a Leash cerca de él, por su puesto que Daphne Greengrass también tenía poseía ese conocimiento, pero ella jamás diría nada al respecto, en parte por que todos creían que escuchar su nombre podría hacerle recordar o tener una crisis, por lo cual evitaban mencionar a la chica cerca de él, lo cual Draco apreciaba, por que él simple hecho de escuchar su nombre en labios de alguien más lo hacía hervir.

Leash Salazar, su nombre rondaba a diario por su mente pero jamás pasaba por su boca, ya que eso demostraría al resto que recordaba quien era él y aun peor para ellos, recordaba quien era ella. Aquel nombre le traían al chico la misma cantidad de paz que de ansiedad, por una parte, no podía evitar divagar en todos los momentos felices que tenía con ella; el sonido de su voz, la textura de su rostro, el sabor de sus labios, el tono de su risa, la rudeza de su actitud, si se quedaba lo suficiente pensando en aquella pelirroja, podía llegar hasta sonrojarse.

Pero cuando aquella sensación se disipaba, los malos recuerdos llegaban y lo atormentaban aún estando despierto; pensaba en lo estúpido que había sido en dejarla, en como no pudo salvarla, en las cosas que llegó a hacer para olvidarla y sobre todo, el grito que ella le dirigió cuando lo vio fuera de la Torre de Astronomía. Draco quería salir de ahí y reencontrarse con ella, por supuesto, pero ni si quiera sabía si ella lo recibiría.

Draco ni si quiera sabía como era que estaba viva, pero lo estaba, lo cual significaba que debía estar con Potter y los Weasley, lo cual también significaba que debería seguir con el idiota de Fred Weasley y eso también quería decir, que probablemente Leash no quería saber nada de él. Ese era un pensamiento que le aterraba, si lograba salir de ahí y Leash lo detestaba ¿A donde iría? Nadie lo recibiría sabiendo las cosas que ha sido obligado a hacer, aún si no tuvo opción.

Draco escuchó que alguien tocaba a su puerta e inmediatamente recobró la compostura, alejando a su amada de sus pensamientos.

-Soy yo- dijo Astoria entrando rápidamente al cuarto, cerrando la puerta

-¿Que ocurre?- preguntó Draco relajándose

-Nada, no te preocupes-aclaró ella- Sólo que estuve pensando y tiene unos días que no me comunico con Leash, creo que debería hacerlo sólo para avisarles que estamos bien- sugirió ella

-Buena idea ¿Quieres que te vigile?- le preguntó él pero ella lo detuvo.

-No, no puedo- dijo ella rápidamente- Balthazar me llamó a hacer algo y debó irme inmediatamente, por eso vine- saco la esmeralda de su bolsillo, mostrándosela al chico- ¿Puedes hacerlo tú?- le preguntó 

Draco observó la piedra en pánico y retrocedió

-No, no, no, no- dijo rápidamente- No puedo, no- insistió

-¿Por que no?- preguntó Astoria molesta

-No puedo hablar con ella, va a destruirme- dijo Draco aterrado 

-No te va a hacer nada- dijo ella enojada- Ni si quiera te puede ver, sólo te va a escuchar- aclaró Astoria 

Draco retrocedió tanto que chocó con su cama y casi cae en ella, pero recobró su postura.

-No creo que sea una buena idea- dijo Draco intentando no ver la esmeralda

-Draco, no es nada del otro mundo, sólo tienes que darle un resumen de lo que vimos en la semana y asegurarle que todo está bien, nada más- aseguró ella, continuando acercándose.

-¿Por qué no puedes hacerlo tú cuando regreses?- le sugirió pero Astoria negó con la cabeza

-Es muy peligroso, Bellatrix no me quita la mirada de encima desde aquella noche, pero de ti no sospecharán nada- esperó que Draco aceptará pero el chico seguía igual de preocupado- Por favor Draco debó irme y Leash necesita esa información- tomó la mano del chico y sin preguntarle de nuevo, depositó la esmeralda en su mano y salió del cuarto con prisa, dejándolo solo.

-¡Astoria!-la llamó Draco caminando hasta la puerta pero la chica ya se había ido.

Draco se sostuvo el rostro entre las manos, claramente frustrado, la piedra era fría a comparación de su tacto, pero en sus manos casi podía estar quemándolo con el temor que le causaba. 

Hablar con Leash, hablar con Leash Salazar de nuevo, eso era algo que Draco sólo se dejaba soñar, pero no sabía si como un sueño o pesadilla. Leash podía odiarlo, pero si Draco jamás la confrontaba, podía vivir con la ilusión de que no era así, sin embargo, Astoria le había pedido esto y aquella chica estaba haciendo demasiado por la seguridad de todos, se lo debía, después de todas las cosas por las cuales le había hecho pasar. 

Quería pasarle esta tarea a alguien más, a Theo, Blaise, incluso a Daphne, pero ninguno de ellos sabía lo que estaba pasando, nadie sabia que Leash estaba viva, o que Astoria era un doble espía o que Draco tenía su memoria de regresó, por lo cual él era quien debía hacerlo. 

Draco recargó su espalda contra la puerta de su cuarto y se deslizo hasta el piso, aún esmeralda en manos, reconocería esa piedra en cualquier lado, la vio tantas veces ser empuñada por aquella chica, de tan sólo pensar en todas las veces que ella lo llegó a amenazar con su varita en cuello le daba risa. Desde el inicio supo que esa chica era diferente y sus ojos lo llevarían a hacer locuras y tal vez desde el principio, supo que estaría dispuesto a todo por ella.

Draco le prometió muchas cosas, dijo muchas promesas que debía cumplir, pero sobre todo, antes que todo, prometió siempre escogerla a ella, no importa que o quien, siempre, la escogería a ella.

Cerró sus ojos y apretó la esmeralda en sus manos y en un susurró leve dijo:

-Leash Salazar- a la curvatura de la piedra

La esmeralda comenzó a brillar después de unos segundos y de ella salió una voz que escuchaba constantemente en sus recuerdos.

-Astoria, hola- dijo Leash

-...Hola- dijo Draco con una sonrisa.

No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora