4/4 (58) Final

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Leash solía no mirarse mucho al espejo, jamás había sido vanidosa y su apariencia no era su prioridad, pero cuando recibió la cicatriz que la caracterizaba, lo llegó a evitar lo más que pudo, siempre la vio como una mancha en su vida, una herida que la perseguiría siempre. Y por mucho tiempo, así fue, pero ya no, ya nunca más.

Tomo los aretes de su buró y los colocó en sus orejas, aún observándose en el espejo y por ello pudo ver al hombro de ojos grises que se acercaba a ella por detrás, con una sonrisa de oreja a oreja

-Te está esperando, sabes que no se va a dormir si no le das un beso- dijo Draco abrazándola por la cintura, depositando un beso en su mejilla

-Tienen eso en común- se burló ella y el sonrió.

Leash lo acompaño al otro cuarto, el foco estaba apagado pues ya era de noche, pero Leash encontró su camino entra las cosas y con mucha delicadeza, tomo el pequeño cuerpo de la niña en sus brazos.

-¿Cabello rojo, ropa holgada y pecas?- preguntó Leash exagerando sus expresiones faciales, arrullándola en sus brazos- ¡Ah, debes ser una Malfoy!- exclamó ella al rostro de la niña, burlándose del hombre atrás de ella.

-Ja ja, muy graciosa- dijo Draco volteando los ojos- Y no, aquí no hay Malfoys- se acercó a la cuna de la niña y le dio un beso en la nuca- Sólo Slytherins- sonrió a su esposa

La pequeña niña era idéntica a su madre, tenía el cabello rojo brillante y aunque aún no tenía mucho cabello debido a su corta edad, se podían empezar a ver los pequeños rizos que próximamente se volverían indomables. Acababan de lograr que durmiera, por ello tenía sus parpados cerrados, pero cuando estaban abiertos, se podían ver los hermosos zafiros que compartía con su madre.

Draco tomó la mano de su amada y besó el lugar en donde su anillo de bodas se encontraba. Draco y Leash Slytherin ya llevaban 13 años casados, pero a él le seguía maravillando tomar su mano y recordar que llevaban juntos más de veinte años como pareja. 

Tomados de la mano, salieron del cuarto intentando no hacer ruido, pues era muy difícil que su hija se quedará dormida tan temprano.

-Ya está todo listo- sonrió Leash en cuanto cerraron la puerta- Scorpius también está dormido entonces, las visitas llegaran dentro de poco- dijo con emoción

-Te ves preciosa- dijo Draco abrazándola por atrás, besando su cuello con ternura, regocijándose en su calor, pero justo cuando hizo eso, escucharon el timbre de su casa resonar- Debe ser Potter, tiene esta manía de interrumpirnos- bromeó Draco caminando hacia la puerta sólo para confirmar sus sospechas- Harry- sonrió en cuanto el chico entró por la puerta.

Todos se veían diferentes, después de todo, ya habían pasado 19 años desde que terminaron la escuela, habían crecido, se habían casado, tenían trabajos, pero aún después de todo ese tiempo, seguían siendo amigos.

-Pasen, pasen- los invitó Draco, abriendo más la puerta

Las parejas comenzaron a entrar, con regalos y sonrisas pero Leash se emociono aun más al ver a una cara en especifico.

-¡Neville!- dijo emocionada, extendiendo sus brazos

-¡Feliz cumpleaños adelantado!- dijo él abrazándola con fuerza

-Se vieron la semana pasada- se burló Draco, aquellos dos siempre se abrazaban como si no se hubieran visto en años. 

Mientras fueron entrando, Harry, Ginny, Hermione, Ron, Sade, Fred, Neville y Luna saludaron a la pareja y celebraban el cumpleaños de la chica, el cual sería la próxima semana, pero al mañana ser el primer día de clases de sus hijos, consideraron mover la celebración para pasarla todos juntos. Después de recibirlos y acomodarlos en sus lugares, el comedor de la sala se llenó de risas y conversaciones de viejos amigos que se volvían a encontrar.

No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora