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La última noche en vida, había llegado a su fin, y primera hora de la mañana, los planes fueron puestos en acción, en camino a una guerra que terminaría de una u otra forma, ese mismo día.

-Podrías quedarte- dijo Leash acercándose a la chica de ojos verdes- Zack también se quedará, se irá pasado mañana, esta es tu casa- le ofreció con una sonrisa

Daphne tan sólo la observó unos segundos, y siguió terminando de empacar las pocas cosas que traía con ella.

-Podría- admitió- Pero no lo haré, yo...- pero Leash la interrumpió

-Hiciste una promesa, lo sé- dijo terminando la oración por ella y Daphne asintió 

El plan estaba meticulosamente planeado, Harry, Hermione, Ron, Leash, Draco, Blaise, Theo, Astoria y ahora Daphne, irían a Hogsmeade, ahí vivía Aberforth, hermano de Albus, el cual les informó de la entrada que habían logrado crear para entrar de manera segura a Hogwarts. El resto de los hermanos de Leash, junto con la Orden del Fénix y cualquier otro que se quisiera unir a su causa, llegarían después, cuando los chicos hubieran informado al resto de los estudiantes el pan de acción.

Daphne aún seguía lesionada, podía caminar, pero a un precio doloroso, sin embargo, se negaba a quedarse atrás y no hubiera nadie que podría hacerla cambiar de opinión.

-No es como que estoy muy emocionada de ir a morir- dijo Daphne observando su mochila- Estoy débil, los mortífagos querrán vengarse y la mayoría de las personas que conozco me ven como una traidora- admitió con la mandíbula tensa- Y justo por eso es que debo ir, tengo mucho por lo que pagar- susurro 

Leash observó el brazo vendado de la chica, en donde normalmente se mostraría una marca tenebrosa, la cual mostraba sus decisiones pasadas. Daphne notó la mirada de la pelirroja y escondió su brazo con vergüenza.

-No hagas eso- le dijo Leash, estiro su brazo hacía ella, levantando su manga; la marca de Leash se veía diferente a la del resto, casi como si hubiera sido tallada en su piel, y por lo que Daphne había escuchado de ella, no lo dudaba- Yo también la tengo y la he tenido por mucho más tiempo que tú- la señalo

Todos en la casa estaban caminando o corriendo de lado a lado, terminando de arreglar los últimos detalles antes de irse, por que sí las cosas salían como debían, ellos jamás volverían a pisar esa casa. Leash saco una de las mesas del comedor y se sentó en ella, esperando a que la chica hiciera lo mismo.

-¿Sabes cual es tu problema?- le preguntó Leash en cuanto Daphne se sentó a su lado- Estas esperando algo de alguien más, cuando tú eres la única que puede dártelo- dijo con seriedad

-¿Qué cosa?- preguntó molesta

-"Perdón"- contestó Leash, tomándola por sorpresa- Estás buscando perdón, buscando una aceptación, alguna señal que te de a entender que ya no te ven como una traidora y ahí está el problema Daphne- la señalo- Nadie te lo va a dar, por que tú te niegas a aceptarlo- susurro 

Daphne se quedó en silencio, cualquier palabra de confrontación ahogándose en su garganta, puso sus manos debajo de sus piernas, queriendo hacerse pequeña.

-Tú y yo, no hablábamos mucho- dijo recordándole- Siempre supe que eras muy reservada, ¿Pero sabes que más pude notar?- preguntó acercándose a ella- Lo mucho que te importa la gente, y lo mucho que te esfuerzas en actuar como si no te importaran- Leash seguía golpeándola con sus palabras, sabía que estaba siendo brutalmente honesta con ella, pero esto era un jarabe que la chica tenía que tragar- Lo mucho que te importaba Blaise, Astoria, Theo y Draco, yo lo veía y sabía que ese cariño, esa ambición, te llevarían a lugares de los que sería muy difícil salir- dijo mirando su brazo 

No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora