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Para cuando Fred y Leash bajaron a la recepción, la fiesta ya estaba celebrando en grande, era difícil ignorar que a fuera de la carpa había varios magos y magas en posición, dispuestos a atacar o defender si algo pasaba, pero adentro, los invitados se esforzaban en mantener los ánimos arriba. 

-¡Pero miren!- dijo Neville entusiasmado en cuanto Leash llegó a la fiesta, ella soltó una carcajada mientras Neville la tomaba de una mano y la hizo girar para que todos pudieran ver su atuendo.

Leash traía un vestido corto, abierto entre los muslos, de un color esmeralda aterciopelado, tenía un escote y unos tirantes delgados en sus hombros, su cabello rojo estaba arreglado en rizos y traía unos tacones negros altos. Leash se veía hermosa siempre, pero había algo diferente en ella cuando se arreglaba, no por que cambiaria su apariencia, pero por que se veía más segura, más relajada, se veía feliz, como si no tuviera nada de que preocuparse.

-Sí sí- dijo Leash riendo- Pero no olvidemos a este caballero- dijo Leash empujando a Fred al centro de la pista.

Fred actuó como si estuviera avergonzado pero en el segundo que entró al círculo, empezó a quitarse el saco y hubo varios gritos de ánimo antes de que el chico empezará a reír y se volviera a poner el saco, regresando al lado de su cita.

-¡Leash!- dijo una voz al otro lado de la pista

-¡Luna!- exclamó ella al ver a la rubia blanquizca y corrieron para encontrarse en un abrazo- Que bueno que pudiste venir- dijo ella con emoción-¿Ya viste a Neville?- preguntó Leash buscando al chico y Luna sonrió 

-Sí, llegue hace rato y nos encontramos, hasta le presente a mi padre- dijo con las mejillas sonrojadas- Recuérdame presentártelo antes de que acabe la fiesta- le pidió ella- Quiero saludar a Harry, ahora vengo- dijo Luna y con eso, dejo a Leash en la pista 

Todos estaban disfrutando del evento, había varias personas en la pista de baile, carcajadas y gritos de emoción provenían de ella, mientras que en varias mesas, las conversaciones no faltaban, al igual que varios rostros llenando sus platos de la deliciosa comida que se había hecho para aquella ocasión.

Leash se quedó unos segundos observando el ambiente en donde estaba, era surreal pensar que todo esto estaba ocurriendo en la mitad de una guerra, no quería pensar en eso, no quería que ese día fuera arruinado por su preocupación, si bien era que estaba alerta, no quería concentrar toda su atención en ello. 


-¡Al fin mujer!- escuchó que alguien exclamó detrás de ella- ¿Sabes cuanto he estado esperando a que te pongas ese vestido?- dijo una voz que reconoció al instante

-¡Sade!- dijo Leash sin poder creerlo 

Sade era un hermano menor de Leash, pero de los hombres, era el mayor, también era con quien ella más se llevaba, claro, también Lidia, pero ella ya no estaba...

-¿Qué haces aquí?- preguntó ella confundida, observando a su hermano con asombro.

Sade era quien más se parecía a su padre y al principio, eso complico mucho su relación, cada vez que Leash veía a su hermano, veía el dolor que su padre le había causado. Pero Sade no podía ser más distinto que su padre en cuanto a personalidad.

Tenía los ojos verdes y el cabello blanco como el resto, siempre traía su cabello ondulado arreglado, una mandíbula definida y unos labios siempre rosados. Ese día en especifico traía un traje negro rojo con camisa negra, por lo cual resaltaba mucho su piel.

-¿Ni si quiera me vas a abrazar?- preguntó con burla

Leash volteó los ojos pero inmediatamente envolvió a su hermano en un abrazo y él le correspondió.

No Lo Hagas-4 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora