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Antes de leer:

Esta secuela no estaría acá de no ser por todo el apoyo que tuvo Sinestesia. Espero que les guste y puedan disfrutarla y aceptarla tanto como la primer historia. 

Los pongo un poco en contexto: los capítulos empiezan un año después del final de Sinestesia y unas pocas semanas después del epílogo- o sea, la pedida de mano en Rusia-, así que para este momento, Lianna y Demian están próximos a cumplir un año juntos.

Sin más, les agradezco muchísimo el apoyo a la historia y principalmente a las chicas que administran las cuentas de los personajes en ig y a todas las personas que hacen TikToks y difunden la historia. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. 

¡disfruten la lectura!

pd: en esta secuela aparecen personajes de Barroco y Fuera del set. De la primera historia no habrá spoilers porque aún está en curso, pero de Fuera del set sí :)

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Lianna

El despertador suena y yo deseo romperlo contra la pared, para poder seguir acurrucada debajo de las mantas, sin ningún tipo de preocupación. Sin embargo, tengo que ir al trabajo y no, no estoy hablando de la cafetería donde trabajé durante el año pasado; hablo de la universidad donde estudié y en donde ahora también trabajo, en el departamento de violencia institucional.

Entregué mi tesis y terminé mi carrera hace casi un año y, luego de eso, pasaron demasiadas cosas que serían difíciles de resumir, pero podría acotarlo en algo así cómo: me he ido a vivir con Demian, he mejorado la relación con mi padre, Brass y Viktor están en una relación y mi mejor amigo y yo, compartimos la tenencia de nuestro gato, Skinner.

Como cereza del postre, Demian me ha propuesto matrimonio hace unas cuantas semanas, en Rusia.

Aún me estoy acostumbrando a la idea de que él realmente proyecte pasar el resto de su vida conmigo, aunque no puedo concebir otra idea de futuro.

—nena...— su mano frota con cariño mi espalda y yo me fuerzo a no sonreir y remolonear contra él, aunque no deseo nada más que quedarme en la cama con él.

Sin embargo, me fuerzo a parpadear, espabilarme y salir de la cama.

—odio los lunes— suspiro, estirando mis músculos antes de despegar mi culo de las sábanas.

Demian se ríe.

—odias todos los días en los que tengas que madrugar— me recuerda, pasando su mano por mi hombro para sacar un mechón de cabello que lo cubre— ve a darte una ducha, iré a preparar el desayuno.

En algún momento, creí que mi relación con Demian se tornaría monótona o que, en algún punto, nos veríamos estancados o saciados del otro y que sólo nos miraríamos a la cara sin saber que hacer pero, sorpresivamente, llevamos una rutina que todos los días varía y, sin embargo, sigue siendo una rutina.

Salgo de la habitación, me meto en el baño y me doy una ducha rápida antes de regresar a la habitación y vestirme. Lo cierto es que, aunque más de una vez hemos hablado sobre dormir en la habitación que no tiene cosas... pervertidas, siempre terminamos durmiendo allí y la otra habitación terminó convirtiéndose poco a poco en un vestidor y espacio de almacenamiento.

Cuando llego a la cocina, aún pasando los dedos por mi cabello para desenredarlo, no puedo evitar sonreir y que algo caliente mi pecho, cuando veo a Demian dándole algo de comida a Skinner. Por esta semana, él se está quedando con nosotros.

Brass y yo hemos acordado eso luego de haberme mudado aquí, porque Skinner realmente es apegado a ambos y, como tenemos la suerte de que nuestro gato se lleva bien con los hermanos Pavlov, es feliz conviviendo conmigo y Demian, así como con Brass y Viktor, el hermano menor de Demian.

Anestesia | SEKS #1.5 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora