Anestesia | SEKS #1.5

Extra.

Extra embarazo. (Especial UN AÑO Sinestesia)
Recuerden que esta escena transcurre temporalmente al comienzo de Veneno y en los capítulos medios de Espinas, por lo que no se menciona a los personajes para evitar spoilers.

Lianna

Decir que estoy nerviosa es un eufemismo. Llevo casi un año sin sentirme tan ansiosa por estar dentro de Seks, pero se siente como si tuviera una bomba de tiempo en mi bolsillo.

Me he hecho una prueba de embarazo y dio positiva. 

Adabel me vio y lo sabe.

Yo lo sé.

No sé cómo le diré a Demian, pero lo resolveré. 

Escondiendo la prueba positiva en mi pantalón, camino hacia la oficina de mi esposo, sabiendo que no está aquí, pero puedo encontrar mi bolso y dejarla allí antes de que él ponga las manos cerca de mí cuerpo. 

Sintiéndome como una fugitiva, salgo de la oficina y camino hacia la barra. Andrei está agarrando a Gemma del cabello y también puedo ver a Cal, la reciente sumisa con la que Dorian juega, con el profesor sádico. Saludo a los cuatro, antes de Marcus me pase una botella de agua.

—¿Todo bien, muñeca?— un par de manos me rodean y me sobresalto antes de que la boca de Demian se presione contra mí sien.

—Ajá, todo bien— le sonrío y rodeo su cintura con mis brazos.

—Luces cansada, ¿Quieres ir a casa? 

Luego de meditarlo por unos segundos, asiento. Demian me da un beso antes de decirme que debe buscar algunas cosas. Me despido de todas las personas, busco mi bolso y espero a Demian en la entrada. 

No mucho después, estamos en el coche, en silencio. 

Estoy embarazada y no sé cómo decírselo. 

Sé que estará feliz, porque es algo que ambos buscamos y anhelamos, pero de todos modos me pone ansiosa tener que decírselo y no soy buena guardándole secretos.

Tomo una respiración profunda antes de mirar el exterior del coche y la mano de Demian me aprieta el muslo antes de que yo le sonría. 

—¿Todo está bien?—me pregunta.

—Si, solo estoy un poco cansada— le explico.  Sus dedos siguen en mi muslo mientras conduce hasta el departamento y yo no puedo evitar pensar en lo mucho que ha cambiado mi vida desde que conocí a este hombre. Para estas fechas, hace casi dos años, estaba viviendo con mi mejor amigo y un gato obeso, sufriendo de ansiedad, depresión y abusos psicológicos por parte de mí padre, una madre ausente y una madrastra. Con mi madre muerta, mi madrastra fuera de escena y mi padre esforzándose para recuperar nuestra relación, mi presente es algo muy diferente.

No estaría aquí de no ser por Demian y no tengo miedo de admitirlo. Me enseñó a valorarme, a ser independiente y me impulsó siempre a demostrar que puedo dar más de lo que creo. 

Mis dos tesis son prueba de ello.

Cuando estamos en el departamento, dejo mi bolso en el sofá, sabiendo que Demian nunca le ha puesto atención a esas cosas y alzo a Skinner para acariciarlo, mientras el ruso va a la cocina.

Son casi las dos de la mañana, pero es sábado y no haremos nada mañana. Además, no creo que pueda dormirme, porque estoy demasiado ansiosa por decirle que estoy embarazada y ni siquiera sé cómo hacerlo.

Dejando al gato gris libre, camino a la cocina y sonrío al ver que está preparando chocolate fundido. Ni siquiera pienso mucho mientras me siento en la mesada y lo observo.