tranquilaaaaaas, es el final, pero no soy tan mala.
Lianna
Chillo de dolor cuando la mano de Demian vuelve a impactar contra mi culo y me retuerzo, intentando patearlo.
—¡No es justo! — me quejo— siempre dices que los sumisos perdonan a sus amos después de las escenas, ¡Y tú estás actuando como un niño resentido!
Se ríe.
—tú sigue sumando castigos, nomás.
—suéltame.
—ya se ha terminado tu momento como dominante, cariño— me recuerda, dándome la vuelta y poniéndome boca arriba sobre el colchón. Ambos estamos desnudos, porque de algún modo he logrado llevar a cabo una escena como dominante.
Ni siquiera es que fuera una escena, pero se sintió bien tener un poquito de control y causarle algo de ansiedad al ruso que tengo como compañero de cama.
—es que necesito hacer más investigaciones para la tesis— me defiendo, haciendo un mohín. Demian sonríe, niega y agarra mi mentón con su mano— por tu culpa no voy a poder avanzar.
—qué lástima— se burla— tendrás que cambiar de tema de tesis, muñeca.
—no a menos de que sigas siendo mi muñeco por un rato— bromeo, pasando mi mano por su pecho, tal como hice hace un rato— ¿Tan malo fue? — le pregunto con honestidad.
No me dice nada. Me agarra del cabello y me observa en silencio, como si meditara la respuesta.
—no fue malo— admite finalmente— pero no soy sumiso, ni tú dominante.
Le sonrío.
—quizás sí lo sea— bromeo, sabiendo que es mentira.
—¿Eso crees? — se empuja sobre mí, con su pene nuevamente erecto entre mis piernas. La punta roza mi entrada, aún húmeda por el orgasmo y se desliza en mi interior, solo un poco, quedándose quieto—¿Crees que eres dominantes?
—creo que puedo hacerte poner de rodillas— le digo y segundos después, se empuja en mi interior. Antes de que pueda decir algo, atrapa mis manos y las esposa al cabecero, tal como yo hice con él— ¿Qué haces?
—darte una lección, de dominante a sumisa descarada— me dice— ahora separa las piernas para que pueda explicartelo.
—no quiero, ¡Esto es injusto! Interrumpiste mi escena y estaba haciéndolo bien— chillo, tirando de las esposas— Demian...
Me chista y cubre mi boca con su dedo índice. Ladea ligeramente la cabeza y me observa.
—¿Cómo me llamaste?— cabrón— creo que al principio dijiste que a algunos dominantes no les gustaba que sus sumisas los llamaran por sus nombres en las escenas, pues yo soy uno de ellos y lo has hecho— señala.
Con descaro, le muerdo el dedo para que lo quite y hablo.
—esto es injusto, completamente injusto.
—tienes que seguir las reglas.
—¡Tú no lo haces!
—mentirosa descarada, hice todo lo que me pediste— se queja y pasa sus manos por los costados de mi cuerpo, para luego observar nuestros cuerpos unidos— ahora, no sé si follarte bien, porque me he divertido, o castigarte por todo lo que has hecho.
—la primera opción me parece la más adecuada, señor— empujo mi cadera contra la suya, intentando llevarlo más a fondo en mi interior, pero se mueve, dejándonos prácticamente en la misma situación— ¡Por favor!
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Anestesia | SEKS #1.5
RomanceSERIE SEKS, LIBRO #1.5 ---- Lianna y Demian han pasado juntos por cosas suficientes para estar más unidos que nunca. Ella ha podido perder un poco de aquella timidez que la he llevado a conocer a Demian y él, a podido dejar atrás la culpa que lo car...