Anestesia | SEKS #1.5

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Actualización doble. Asegurate de haber leído el 8, o no vas a entender nada.

Este desmadre está dedicado a Lau, que cumple años y a todas las del Sindicato, porque me hacen llorar de la risa, hacer test para saber qué tan dominantes y sumisxs somos y me llenan la galería del celu con fotos de hombres lindos. Las amodoro <3 

Lianna

Demian me observa con extrañeza mientras yo le planteo mi nueva hipótesis.

—lo siento, nena, pero no voy a ser tu conejillo de indias esta vez— bromea y luego, señala la carpeta que dejó sobre la mesa— prueba con Gemma, mi primo y Nik, estoy seguro de que esos dos podrían ponerse de rodillas.

Resoplo.

—tú te pusiste de rodillas para pedirme matrimonio, idiota— cuando termino de hablar, suelto un jadeo, y cubro mi boca.

—¿Cómo me llamaste?

—amor de mi vida— parpadeo inocentemente en su dirección y él niega— lo siento, solo se me escapó llamarte así, tampoco es para tanto— presiono mi dedo en su mejilla y le sonrío inocentemente—¿Me perdonas?

—no— gruñe— me llamaste idiota, muñeca.

—y luego te llamé amor de mi vida, ¿Eso no cuenta?— hago un mohín leve.

—solo un poco— me concede— pero estoy enfadado, me llamaste idiota— antes de que pueda prevenirlo, me agarra por los brazos, me tira sobre sus piernas y yo me retuerzo antes de que siquiera pueda darme un palmetazo en el culo. Además, clavo mis dientes en su muslo—¿Acabas de morderme?

—¡Ibas a golpearme!

—te lo mereces por llamarme idiota— me riñe— ahora vas a aceptar tu castigo como una niña buena y luego, tú y yo vamos a planear nuestra boda.

—no quiero casarme contigo si vas a golpearme— me retuerzo, pero no me deja escapar y atrapa mis manos contra mi espalda.

—no bromees con eso— me da un manotazo en el culo y yo chillo. Lo repite un par de veces antes de mover mis bragas a un lado y frotar sus dedos sobre mi clítoris, llevando la humedad hacia mi entrada— entonces, Lianna... me llamaste idiota.

—solo fue la emoción del momento— me excuso, intentando soltarme de su agarre. No puedo, claramente.

Él sigue moviendo su mano, provocandome.

—¿La emoción del momento? — bufa— mentirosa descarada— me penetra con los dedos y los mueve lentamente— me llamas idiota y luego me mientes, ¿Qué voy a hacer contigo?

—follarme, quizás— le sugiero.

Entonces, deja de tocarme y acomoda mis bragas.

—no quiero interrumpirte mientras estudias, muñeca— me deja sobre el sofá, me da un beso ligero y una sonrisa socarrona.

—pero...

—iré a preparar la cena—anuncia, antes de irse de la sala de estar y dejarme sola.

Yo jadeo, mirando su figura desaparecer, completamente tranquilo y sin remordimiento alguno por haberme dejado caliente.

Hijo de...

Ignorando la sensación de hormigueo que me recorre, intento seguir con mi comienzo de investigación para la tesis del posgrado, ya que no debo cursar, sino preparar un estudio más específico sobre mi tesis anterior.

Sin embargo, no puedo centrarme.

Mi mente está dispersa por lo que Demian me estaba haciendo, por mi deseo de abrir el buscador en el portátil y averiguar cada detalle de las bodas rusas y, antes de que pueda detenerme a pensar, estoy dejando completamente a un lado.