Parte 2

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—Solo debemos poner el talismán sobre la cabecera de la cama y dejar que lo demás salga natural— Wei Ying subió y bajó las cejas sugerentemente a su esposo impasible.

Lan Zhan solo siguió con sus ojos al cultivador demoniaco mientras pegaba el talismán justo sobre su cama.

El hombre, después de pegar el trozo de papel se dejo caer sobre las mantas y desatando su cinturón con una sonrisa maliciosa preguntó. —¿No quieres hacer un bebé, Lan Zhan?

Lan Wangji no dejo pasar ni segundo antes de acercarse a su marido mientras rápidamente de desasía de su túnica superior.

Wei Wuxian era un impaciente y antes de que el otro hombre lo alcanzara en la cama él ya se había desechó de la mayoría de sus prendas.

El más alto se posicionó sobre él y juntó sus labios hambrientamente. El beso velozmente se trasformó en un asunto húmedo y voraz.

El hombre de ojos plateados se sintió derretir entre el beso y las manos de su esposo que no perdieron el tiempo y había abierto su túnica interior.

No importaba que todos los días fueran todos los días, cada parte reaccionaba por el placer de ser tocada tan íntimamente.

Y siempre ávido, Wei Ying toco todo lo que tenía a su alcance.

Tirar al suelo las prismaticas túnicas de la Secta Gusu Lan al suelo era unos de sus placeres secretos, más aún cuando su bello esposo tomaba sus propias prendas y las lanzaba lejos sin importar el desastre al siempre pulcro Jinshi.

Sin la prenda interior molestando, Wei Ying deslizo su mano sobre la extensión del falo de su esposo. Dando un suave apretón cuando llego a la base y esparciendo la humedad de la cabeza con su pulgar cada vez que llegaba a esta en su vaivén.

Oídos sonrojados y respiración brusca fue lo que provoco a su amante.

Una sonrisa traviesa se extendió por el rostro más joven y se incorporó logrando que su esposo se sentara a horcajadas sobre su regazo.

La nueva posición rompió el beso.

Pero Lan Zhan volvió a los labios de su esposo tomando ambas mejillas con sus manos e inclinando la cabeza para compensar su nueva altura.

La mano libre de Wei Ying se paseo por la cadera de su amante hasta encontrar los esponjoso glúteos y sujetar su posición.

El pequeño suspiro que recibió de Lan Zhan, fue la escusa para abandonar sus labios y recorrer por la afilada mandíbula hasta llegar al vulnerable cuello.

Claro, todo sin detener los movimiento de su mano dominante.

Wei Wuxian conocía los puntos sensibles en ese cuello y Lan Zhan no sentía pena al permitirle mejor acceso.

Arqueando su cuello, llevo una de sus manos al cabello de su amante y sujeto con firmeza los mechones de la nuca empujando la cabeza que se burlaba de su yugular hasta el parche de piel entre el cuello y el hombro, invitando a morder.

Wei Ying estaba para complacer y sin dudarlo presionó sus dientes dejando una linda marca que después beso tiernamente.

Más presión en su cuero cabelludo lo hizo levantar la cara para encontrarse otra vez asaltado por eso labios que pocas veces veía sonreír.

El beso lo distrajo de la mano que bajaba, hasta que sintió su propia erección ser estimulada.

Sin romper el beso empujo sus caderas para que se tocarán ambas erecciones, y ahora ambos acariciaban ambos falos empujando juntos.

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora