Parte 9

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La cabeza de Lan Zhan era un lío, él había entendido lo que dijo el doctor desde el principio.

Entonces paso de estar preocupado por su esposo, a estar preocupado por sí mismo y luego preocuparse por su bebé ¿o bebés? ¿Era el caso? Para volverse a preocupar por su esposo quien no parecía entender nada.

Tampoco ayudaba que el olor de los antisépticos y hierbas del lugar le habían revuelto el estómago.

Fue devuelto a la realidad, cuando el médico los empujo fuera de su consultorio.

—Váyanse. Hablen y vuelvan. —Gruñó el médico. —¿Escucharon mocosos?

—Mnn— Contesto Lan Wangji a pesar de sus 40 años.

A su lado su esposo seguía en shock, tanto así que, Lan Zhan le cerró la boca y lo arrastró a un lugar más privado sin que el otro pusiera resistencia.

Los llevó al prado de los conejos, necesitarían paz y tranquilidad para la conversación que venía. Y desde ahí sería más fácil para Lan Zhan salir corriendo a los árboles si sus nauseas lo obligaban a vomitar.

Se sentaron en su lugar habitual.

—Wei Ying.

—Mnn.

—Wei Ying.

—Lan Zhan— Wei Wuxian sacudió la cabeza para despejarse. —Tao Cai dijo que estoy embarazado— Soltó anonadado.

—Lo escuche— Lan Wangji cerró otra vez amablemente la boca de su esposo.

—¡Qué tú también estas embarazado!

—Ya sabíamos eso.

—¡Lan Zhan!— Wei Ying se escondió en el hombro de su esposo, y se relajó cuando empezó a sobar dulcemente su espalda. —Tal vez nos puse en peligro sin querer— Susurró.

—No es tu culpa— No dudó en contestar Lan Wangji.

—Pero el talismán...

—Yo tampoco consideré los riesgos— Lan Zhan posó su mano en su vientre, gesto que empezaba a ser recurrente en los dos últimos días. —Si Wei Ying no quiere, no tiene por qué tenerlo.

Wei Ying se enderezó de golpe. —Sí quiero— En reflejo se llevó su propia mano a su vientre. —Y-yo quiero cargar al bebé de Lan Zhan.

—Yo quiero cargar al bebé de Wei Ying— Soltó Lan Zhan sintiendo como su corazón se hinchaba de amor.

El cultivador demoniaco se lanzó a los brazos de su marido y escondió su cara en el cuello del hombre. —Puede ser peligroso.

—Mmn.

—Vamos a necesitar ayuda de Tao Cai, Jiang Cheng, Zewu Jun, A-Yuan y puede que hasta de Lan Qiren.

—Mmn.

—El peor de los escenarios es horrible— Se rompió la voz del cultivador demoniaco.

—Tenemos mucho que ganar.

—Tenemos mucho que ganar— Repitió como un mantra Wei Ying.


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Me encantan sus comentarios, gracias por ellos <3

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora