Tercer trimestre; Parte 4.

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Música llenaba el Jinshi.

La melodía de las cuerdas mezclándose con el instrumento de viento, en una canción bien conocida para la pareja.

Tocar para sus bebés antes de dormir era una manera de mostrarse su amor. Y una manera de sentirse más a gusto con sus embarazos.

Desde que los pequeños movimientos de ambos bebés empezaron a ser perceptibles, la intensidad y cantidad aumentaba cada día.

La primera vez faltó poco para que Wei Ying se soltará a llorar, cuando sintió el peculiar revoloteó mientras tocaba su flauta.

La música parecía siempre animar particularmente a su bebé y ahora con un tamaño mayor, Wei Wuxian tuvo que bajar su flauta y tomar su pancita mientras reía.

—¡Baila, Lan Zhan!— Rió el Patriarca embarazado.

Lan Wangji también detuvo sus movimientos sobre su instrumento y levantándose con un poco de dificultad se dirigió a su marido quien se encontraba sentado en la cama.

HuaGuang Jun se posiciono en la cama y abrió con cuidado la túnica interior para revelar la pancita en crecimiento.

Wei Ying acarició su propia piel y con ese movimiento invito a su marido a acercarse. El otro hombre sin cargar nada de peso a la pancita recostó su cabeza.

Frotó su mejilla con cariño y cuando dejo un beso sintió el mismo el movimiento de su bebé.

Diferente a los movimientos que el mismo podía percibir desde su propio abdomen, una leve presión sobre sus labios, una elevación desde el interior de su marido provocada por su hijo.

Las lagrimas cayeron desde los dorados ojos hasta la dulce piel, mientras el hombre abrazaba su propio abdomen abultado.

—Hey— Los dedos de Wei Ying levantaron con cuidado la barbilla de su marido.

—Los sentí a los dos, Wei Ying, tus dos hijos están despiertos— Lan Wangji se acurrucó en la mano que sostenía su rostro.

—¿Lo sentiste?— Soltó Incrédulo Wei Wuxian.

Lan Zhan tomo la manó que acunaba su cara y beso la punta de los largos dedos antes de poner la mano donde previamente sintió el movimiento.

—Aquí.

Frotó círculos con cariño sin saber que esperar, pero se detuvo cuando Wei Wuxian pudo sentir desde su interior y en su mano el pequeño bultito.

—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan!

Lan Wangji aún limpiando sus propias lagrimas, no pudo evitar sonreír.

—¿Se está moviendo?— Wei Ying pregunto señalando con su barbilla la pancita de su esposo.

—Mnn— Lan Zhan asintió.

Wei Ying se reacomodó y abrió con prisa la túnica interior de su marido. Juntó su cara con la piel blanca y con la punta de su dedo índice, dio dos suaves toquecitos.

—Bebé— Susurró sobre la piel. — Es tu papá, despierta— Dio dos toquecitos más. —Toc Toc— Susurró con una risa.

HuaGuang Jun quien no sabía si detener a su marido o alentarlo, observo curioso la escena.

Entre los toquecitos de Wei Ying y algunos susurros, Lan Zhan sintió como su bebé respondía a su padre.

—¿Lo sentiste?

Wei Wuxian que estaba en medio de una conversación con su hijo se incorporó con sorpesa. —No ¿dónde?

Nuevamente Lan Zhan tomó la mano de su marido, pero esta vez la coloco en su propio vientre. El hombre acarició con cariño la piel de su esposo y sin mover su mano del lugar procedió a continuar con su charla.

—Bebé, solo una patadita más— Wei Ying beso junto donde estaba su mano. —Si lo haces te comprare nísperos mañana.

Antes de que Lan Wangji regañara a su marido por sobornar a su propio hijo no nato, Wei Wuxian rompió a reír cuando sintió una suave presión en su mano.

El Patriarca de Yilling siguió riendo mientras dejaba caer beso sobre todo la extensión y cuando se incorporó HuaGuang Jun notó los ojos brillantes de su esposo. 

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora