Parte 5

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—Wei Ying— Suspiro Lan Wangji, a la vez que se dejaba caer sobre las caderas de Wei Wuxian.

Su esposo solo pudo responder con un gemido a su llamado. Ser despertado a las 7 de la mañana para luego ser atado y cabalgado, no era algo por lo que Wei Wuxian se iba a quejar pero si era algo singular.

—Wei Ying— Siguió rogando el cultivador más alto.

Sin poder usar sus manos inmovilizadas sobre su cabeza, Wei Ying solo atinó a empujar sus caderas hacía el interior de su esposo.

—Wei Ying­— Soltaba en cada estocada.

—Wei Ying— Llamó una vez más, pero esta vez dejo que toda la longitud se deslizara de su entrada y se sentó en los muslos de su esposo.

El cultivador demoniaco sollozó cuando perdió el calor de su esposo. —¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan, cariño! ¡no pares!

—Estoy embarazado— Y los sollozos se cortaró. —Creo...

Wei Wuxian aún atado a la cama, sintió que su mundo se balanceaba.

—¿Estas embarazado?— Con ojos como platos repitió.

—Mmn­­— Y después agregó mientras ofrecía su muñeca a su esposo, —Confírmalo, Wei Ying.

El otro hombre trato de tomar la muñeca, pero la cinta de regulación se lo impedía.

Rápidamente Lan Zhan decisó el nudo que sujetaba a su esposo a la cama.

Con mas muñecas atadas, Wei Ying tomó una de las manos de esposo y con sus dedos en el canal del pulso siguió el rastro de energía espiritual.

La energía era un rio brillante que transcurría por cada órgano y se juntaba con mayor fuerza en el núcleo dorado, un sol portátil.

Y en el abdomen bajo, donde no debería haber nada un punto de luz crecía. Si Wei Ying ponía la suficiente atención detectaba un muy sutil rastro de su propia energía espiritual en él.

—Estas embarazado— Susurró y luego rompió en risas y en llanto. Saltó a los brazos de su esposo, pasando sus atadas manos sobre la cabeza del otro.

Lan Zhan atino a atrapar a su esposo y a responder el abrazo.

—¡Otro hijo Lan Zhan! ¡Vamos a tener un bebé!— Exclamó Wei Wuxian rompiendo el abrazó.

Y sin importarle su desnudes o dureza empezó a deambular por la habitación.

—Tenemos que decirle a A-Yuan. Va a hacer un hermano mayor grandioso ¿No crees Lan Zhan?

—Mnn.

—¡Y a tu hermano! ¡Y a tu tío!— El cultivador se doblo en una carcajada. —¡El viejo se va a desmayar!

—Mmn.

—¡Hay que decirle a Jiang Cheng!— Soltó sonando sumamente divertido aunque algo preocupado.

—Mmn.

Finalmente Wei Ying se arrodillo al lado de la cama, donde su esposo lo esperaba. Tomó las manos de Lan Zhan, sin que sus muñecas atadas se lo impidieran.

Dejó un suave beso en los nudillos y miro los ojos dorados. —Te amo, Lan Zhan.

—Amo a Wei Ying— Un leve tono rojo en sus orejas.

Con una risilla, Wei Wuxian se separó, movió la tabla corrediza que escondía su alcohol y sacó una jarra de La sonrisa del emperador.

—¡Un brindis por nuestro bebé Lan Zhan! Y solo yo porque tú no puedes beber ¡eh!

Cuando destapó la jarra y el olor a alcohol, llegó tanto a su nariz como a la de Lan Wangji. El grandioso y siempre pulcro Huaguang Jun vomitó.

Así quedaron olvidadas dos erecciones y una jarra de La sonrisa del emperador. 


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Mi Lan Zhan... las hormonas le han pegado fuerte :(

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora