Parte 8

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Había sido el cuarto talismán, casi replicó Wei Wuxian. Pero no estaba de humor para ser un malcriado.

Era verdad que lo único que sabía de embarazos es que duraban 9 meses y que había un par de síntomas graciosos.

Su Shijie fue la única persona cercana a él que se había embarazado, y en aquel entonces ni siquiera puedo verla una vez.

Quería defender su investigación, pero ciertamente su teoría se basaba en los bolsos  y su habilidad de contener lo físicamente imposible.

Tampoco había pensado en partos... Y ahora se deba cuenta que era una cuestión sumamente importante.

El terror lo invadió por un segundo ¿Cómo se supone qué va a parir Lan Zhan? ¿Eso podría matar a su esposo?

—Hice una investigación— Murmulló el cultivador demoniaco al final.

—¿Quién te ayudó? ¿A qué sanador le pediste una evaluación de tú estado de salud antes de intentar algo? Y dime por favor sí has estudiado al cuerpo humano y tienes toda la certeza sobre cómo funciona tu talismán.

Wei Wuxian le echo una mirada rápida a su marido, quien ya llevaba un rato sin decir nada. Tal vez era un efecto de la luz, pero el Gemelo de Jade había palidecido algunos tonos. Wei Ying malentendió la preocupación de su esposo.

—No— Bajo la cabeza.

—¿Qué vas a hacer ahora?

—Yo no lo sé... debó hablarlo con Lan Zhan— Siguió murmurando por lo bajo.

El médico se alejó de ellos y eficazmente tomó frascos y paquetes de sus estantes. Dejó todos los tónicos y suplementos en las manos de Wei Ying.

—Tomá una gota de los suplementos en cada comida, este té ayudara con los mareos. E independientemente de cuál sea tu decisión tienes que volver a verme ¿Escuchaste Wei Wuxian?— Exigió el médico.

Por otro lado Wei Wuxian miraba confundido los medicamentos en sus manos.—¿Para qué son?

—Son suplementos para el embarazo— Obvio el médico.

—¿Por qué los tengo que tomar yo y no Lan Zhan?— Continuó confundió el cultivador demoniaco.

El médico se alejó unos pasos a la vez que cubría su cara con las manos para tratar de ocultar su boca que se había abierto con incredulidad. Con los ojos aún abiertos, Tao Cai alcanzó la muñeca de Lan Wangji, quien se había convertido en una estatua viviente.

—Huaguang Jun también esta embarazado— Musitó para sí mismo el médico.

—¿También?— Repitió Wei Ying.


-.-.-.-.-.

Ok, me voy a esconder tras una roca.

Vuelvo cuando acabe la tarea. 

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora