Parte 10

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Volvieron con Tao Cai y anunciaron que ambos continuarían con los embarazos.

Después de eso, estuvieron horas siendo examinados e interrogados por el médico. Fueron adecuadamente surtidos con suplementos y acordaron que durante los siguientes dos meses todos las semanas volverían por una revisión médica. 

Además, dejaron una copia del talismán al médico y aunque Lan Zhan se quejó, un par de conejos.

Y ahora ¿cómo le dirían a toda su familia de la nueva situación?

Al día siguiente a primera hora, Wei Ying mandó una carta a todas sus personas importantes.

Un citatorio urgente, que prometía ser de vida o muerte.

Después acompaño a su esposo al mercado de Caiyi y tuvieron una mañana maravillosa.

Cuando volvieron a su hogar, una pintoresca multitud los espera afuera del Jinshi.

Lan Qiren gritaba a Jiang Cheng por gritar, Jin Ling gritaba porque le gritaban a su tío, Lan Jingyi gritaba porque nadie le iba a gritar a Lan Qiren en su presencia, Lan Sizhui separaba a sus amigos antes de recurrieran a la violencia física, El General Fantasma estaba haciéndose chiquito ante los gritos y  Zewu Jun parecía resignado a la pelea.

—¡Tú!— Gritó Jiang Cheng señalando a Wei Wuxian en cuanto lo vio. Y a pasos agigantados fue en su encuentro.

—¡Lan Zhan! ¡Protégeme!— Wei Ying se escondió tras la espalda de su esposo, pero apenas lanzó una mirada al Líder de la Secta Jiang, giró para poner a su marido a su espalda. —¡Yo te protegeré de mi malvado Didi, Lan Zhan!

Eso enfureció aún más al Líder de la Secta, pero fue detenido de empezar a repartir latigazos por Lan Xichen.

—Wanyin— Con un suave apretón en el hombro, Lan Xichen llamó su atención. —No creó que haya porque alterarse — Terminó con una sonrisa.

Quitando el agarre en su hombro, Jiang Cheng le lazó la carta/citatorio a su hermano.

—La próxima vez que me anuncies que estas muriendo y te encuentre feliz de la vida en una cita ¡Yo mismo te matare!

Sin importarle la carta a Wei Wuxian, se acerco a su hermano y le dio unas palmaditas en la cabeza.

—Bien bien, ChengCheng. Ahora vamos a tomar el té— Y siguió su camino al interior del Jinshi animando a entrar a sus invitados.

Que Lan Wangji se mantuviera aún más cerca de su esposo, no fue coincidencia, temía que su cuñado volviera a explotar en cualquier momento y el tenía un marido y dos bebés gestantes que proteger en este momento, gracias.

El Jinshi nunca antes había visto tantas personas en su interior antes y solo cupieron en la mesita porque Wen Ning se ofreció a permanecer de pie.

Mientras el té era servido, Lan Qiren analizó a las personas de su alrededor.

Su sobrino más joven y Wei Wuxian parecían completamente felices; pero llevaban cinco años de matrimonio así entonces no era una pista funcional. Ni los Ex-junior ni el Líder de la secta Jiang parecían tener idea, no podía ver al General fantasma desde su posición así que tampoco saco información de él.

Quien era inusual era su sobrino mayor, sonriendo tanto y exudando felicidad como hace años no hacía, él si parecía saber que pasaba ahí. Y no parecía tener nada que ver con la muerte del cultivador demoniaco.

— ¿Y bien?— Demando el Mayor Lan.

Wei Ying se iluminó y abrió su boca para soltarlo todo, pero bruscamente la cerro antes de sacar cualquier sonido y se dirigió a su esposo.

—Debí practicar esto antes Lan Zhan.

—Mnn.

Frente a todos Wei Wuxian se dió unos golpecillos en las mejillas y volvió a empezar. Pero otra vez no salió nada.

—Padre ¿te encuentras bien? ¿Es real el contenido de la carta?— La preocupación tiño el rostro de Sizhui.

Wei Wuxian se maldijo por hacer todas las cartas iguales, solo Jiang Cheng necesita coerción para venir... Bueno tal vez Lan Qiren también.

—No rabanito, no hay porque preocuparse, sólo... — Se escondió en el hombro de su esposo. — Diles tú Lan Zhan.

—Mnn. Nosotros vamos a ser padres otra vez— Y todos vieron el inexpresivo rostro del Segundo Jade teñirse levemente de rosa. Eso o la noticia provocó un jadeo colectivo.

Un segundo después todos miraron la puerta esperando algo. Todos menos Zewu Jun.

¿Qué diablos? Pensó Wei Ying ¿Por qué todos piensan que dejaríamos a nuestros hijos tras la puerta para que entren dramáticamente?   

—¡¿Están embarazados?!— Gritó Lan Jingyi levantándose de la mesa.

Como un reflejo Jin Ling se levanto también y le dio un zape en la cabeza al discípulo Lan. —¡Los dos son hombres idiota! ¡Van a adoptar! ¡Como adoptaron a Sizhui!

Antes de que se desatará una pelea, Jiang Cheng jaló a su sobrino a su asiento.

—Felicidades supongo... Aunque no veo al mocoso por aquí— Farfullo el de morado.

—No lo vamos a ver hasta en unos meses— Soltó con una risilla Zewu Jun.

—¿Por qué van a esperar para traer al niño? —Intervino Lan Qiren, quien internamente se encontraba encantado.

Otra risilla de Zewu Jun.

Luego todos empezaron a hablar en voz alta y la pareja embarazada solo se quedo viendo a su familia. 

—No fuiste muy claro Lan Zhan— Murmuro por lo bajo.

—Mnn.

—¿No tendremos alguna habilidad de embarazados para llamar su atención?

— Puedo vomitar—Soltó con el ligero fruncimiento de ceño que en él era equivalente a encogerse de hombros.

Wei Ying sostuvo la cara de su marido con sus manos y acarició suavemente. —¿Te sientes mal?

—Es el olor del té— Huaguang Jun cerró los ojos y busco el tacto de su esposo.

Wei Wuxian dejó un besito en la nariz del Lan  y como un resorte empezó a tomar la tetera y las tazas en sus brazos dispuesto a lanzarlas por la ventana.

—¿Qué diablos haces Wei Wuxian?— Gritó Jiang Cheng.

—¡Jiang Cheng! El olor del té le provoca nauseas a mi esposo embarazado.

—¡¿Qué?!— Gritaron los invitados, excepto Lan Xichen que empezó a soltar más risitas con dicha.

—¡No griten! ¡No griten ! ¡Este hombre embarazado es sensible!

—¡¿Qué?! —Esta vez Zewu Jun se unió al grito.

Ja. Tenía razón. Pensó Lan Jingyi antes caerse de espaldas de la impresión.


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Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora