Tercer trimestre; Parte 12.

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Una vez más frente al espejo en el Jinshi, Wei Wuxian observaba los cambios en su cuerpo.

Era gigante.

Le encantaba, era difícil para él caminar sin sostener su panza y necesitaba siempre la ayuda de alguien para poder levantarse si se sentaba en el suelo.

Sentía particular curiosidad en un par de líneas rojas que enmarcaba su panza, las temidas estrías de las que siempre les advirtió Jiang Cheng. Las cicatrices podrían evitarse con energía espiritual, pero el hecho de tener marcas permanentes sin una historia horrible y dolorosa detrás...

Eso gustaba mucho a Wei Ying, llevaría esas marcas por el resto de su vida con orgullo y él más que nadie podía entender porque su esposo se quedaba con las propias.

—Ya falta poco— Murmuró acariciando su pancita.

-.-.-.-.

casi llegue a 7 :(

Un duplo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora