Un duplo.

Tercer trimestre; Parte 1.

Lan Zhan observaba su cuerpo en el enorme espejo. Estaba indudablemente embarazado.

Eso lo hizo sonreír.

—¡Lan Zhan! ¡Lan Zhan!— Su esposo, quien se encontraba a su lado llamó— ¡No puedo ver mi pene!— Declaró emocionado como quien descubre una nueva estrella en el cielo.

Los labios de Lan Wangji se apretaron con diversión, efectivamente, si él agachaba la mirada su pancita cubría la vista de... Otras partes de su cuerpo.

—Mmn.

De hecho, si mantenía esa postura percibía otra novedad. Novedades para ser exactos.

Ya habían sido advertidos por Tao Cai sobre ese cambió, pero vivirlo era muy diferente a lo que especuló.

Lan Wangji siempre fue disciplinado en todos los aspectos de su formación como cultivador de Gusu Lan, siempre había conocido su cuerpo en la mejor forma posible, cada músculo y cada línea marcada en él eran tan naturales como sus ojos.

No le disgustaba su pancita, guardaba a su bebé después de todo, pero era tan diferente... Y luego estaba la cuestión de su pecho.

Pechos mejor dicho. Sus glándulas mamaria se estaban desarrollando, preparándose para alimentar a la personita que gestaba.

Los ojos de HuaGuang Jun se desviaron a su esposo y suspiro perceptiblemente de alivió al ver los propios cambios en el cuerpo de Wei Ying. No quería ser el único en esto.

¿Wei Ying dejara de considerarme atractivo aun cuando él pasa por los mismos cambios?

El Gemelo de Jade paso sus ojos por la figura de su esposo que se encontraba posando enfrente del espejo lanzando risitas ocasionales con lo que sea que había en sus pensamientos.

Pero Wei Ying se ve tan bonito.

Sus piernas, su pancita, y hasta los dos monticulitos, que le daban unas ganas a Lan Zhan de juguetear con ellos o descansar su cabeza en la prometida suavidad. Su esposo brillaba y era tan hermoso.

Y luego estaba Lan Zhan que se sentía como una máquina de vomito.

Wei Ying lo saco de sus pensamientos cuando recargó su barbilla en su hombro.

—Mi bello esposo— Wei Wuxian dejo un parpadeo de beso en la piel desnuda de su hombro, para luego extender sus manos y abrazar todo lo que su propio abdomen le permitía. —Lan Er-Gege ¿cómo es que cada día eres más hermoso? Ten piedad de este marido, un día mi corazón solo no podrá soportarlo.

Wei Ying dejo una cadena de besos fugaces hasta besar justo tras el oído de Lan Wangji.

—Mi Lan Zhan— Susurró antes de morder suavemente el lóbulo y continuar su exploración.

Wei Ying, uso sus manos para acariciar las leves prominencias que ahora adornaban el pecho de su marido, tan dulces al tacto.

—Mi amor, tan bonito— Wei Wuxian sació su curiosidad y apretó, no muy fuerte esa parte.

Lan Zhan volvió a sonreír, después hablaría con su marido y le expondría sus miedos. Ahora disfrutaría de los cuidados de su marido. 

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¡Ay Dios! ¡Ay Dios! Llegamos a los 6 meses.