Salimos de su casa y fuimos a la mía en coche para que me cambiara de ropa. Nada más entrar por la puerta principal el chico soltó un silbido y se quedó asombrado mirando el lujoso recibidor.
-¡Jo, qué caserón! Tienes pasta, ¿no?
Me quedé mirándole y al final decidí no contestarle. Le dejé sentado en un sillón mientras miraba un programa basura en la tele y subí a cambiarme.
Me duché, me arreglé un poco el pelo y me vestí. Al final me puse unos pitillos, una sudadera con la imagen de un gatito mono y unas zapatillas altas. Me recogí el cabello en una cola alta y después bajé.
Jack seguía viendo la televisión, aunque no le prestaba mucha atención. En su mano sostenía un álbum de fotos, el...álbum de recuerdos de cuando yo era pequeña.
Me enfadé con el y pensé en darle un buen susto, pero antes de que pudiese hacer nada, la fotografía que estaba observando Jack en este instante me congeló.
En esa foto yo tendría tres años o así. Llevaba en el pelo una cinta rosada y un vestido blanco de bebé. Estaba en los brazos de una mujer con el cabello dorado, corto, una eterna sonrisa y unos ojos verdes luminosos. Al lado de la mujer aquella había un hombre, también sonriente, con los ojos azules y el cabello corto y color avellana. La mujer llevaba un vestido largo de salir color negro y unos tacones del mismo color que el vestido, y el hombre llevaba un esmoquin blanco. Se me encogió el corazón. Aquella foto nos la hicimos mis padres y yo en la boda de mi tía. Sentí como una lágrima se deslizaba por mi mejilla.
Jack se dió la vuelta rápidamente.
-Eh, ¿qué te pasa? -Preguntó. Su rostro delataba preocupación- ¿Es por tus padres?
-¿Cómo sabes tú lo de mis padres? -susurré yo- ¿De donde has salido?
-Se muchas más cosas de las que tú piensas - Dijo el mientras me abrazaba. Deje que lo hiciera y el me acarició el pelo lentamente, como si temiera que huyera de el. Me separé rápidamente y me enjuagué las lagrimas con rabia. No iba a permitir que me viese llorar.
Desvié la mirada hacia otro lado.
-¿Tenías algo que enseñarme?- pregunté yo incómodamente.
El esbozó una sonrisa la vaga y me señaló la puerta.
-Vamos de cacería.
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Encerrada en tu corazón (Puella Magi Madoka Magica)
FanfikceYoshida Ayumi es una adolescente japonesa de 16 años cuya vida es un asco: no tiene amigos, sus padres están muertos y su tía está gravemente enferma. Un día, un misterioso animal de nombre "Kyubey" se le aparece de la nada y decide concederle un de...