35

4K 159 13
                                    

Adrien Rose Pov.
(Tú padre)

Me siento mal.
No debí hablarle de esa manera.

De seguro la lastimé pero ya no puedo hacer nada. Ella no es ninguna estúpida, no. Mi pequeña es la más inteligente del mundo. Se que el echo de que le halla dicho que me voy de un rato a otro le va a despertar preguntas y ahora no tengo tiempo para responderlas.

Me están pisando los talones.

No puede ir hoy al colegio, es demasiado peligroso.

Ellos saben que estoy vivo y lo peor, saben que tengo una hija.

Ayer recibí una llamada alarmante de mi amigo Robert.

Me dijo que ellos llegarían aquí en tres días, encontraron mi ubicación y se que no tienen ningún problema en entrar a mi casa tumbando la puerta.

Quieren vengarse. Lo peor de todo es que no se conforman con un asesinato. Ellos quieren ver sufrir a sus víctimas, hacer que griten de dolor y se arrodillen suplicando piedad.

Nunca sometería a semejante atrocidad a mi pequeña. No, a ella no. Ella no tiene la culpa de mis las malas decisiones que tomé en mi vida. Lamentablemente no supe detener esto a tiempo y la arrastré al desastre.

Se que ella me perdonaría, ella no tiene ningún mal en su corazón. Mi pequeña t/n es sólo amor, inocencia y paz.

Siempre busca el lado bueno a las cosas y una salida a lo malo.

Ella nunca fue mal educada conmigo, nunca me faltó el respeto o me desobedeció.

Cuando era más pequeña solíamos tener roces pero siempre se arreglaba rodo con un bote de helado mientras veíamos películas de terror.

Ella siempre fue esa niña tierna que toda la familia ama, la que estuvo para mi sin importar nada. Incluso después de lo que pasó con su madre.

Siempre me arrepentiré de haberle mentido, pero todo es por su bien.

Ahora mismo estoy de ida al aeropuerto para tomar un avión a Côtes d'Armor, un departamento de Francia.

Entro al aeropuerto. Chequean mi maleta y me mandan a pre embarque.

El tiempo pasa volando y entro al avión con la maleta en mano.

***

Este hotel es mucho mejor de lo que esperaba.

Pedí un hotel de tres estrellas y este parece de cinco. Tiene de todo.

A t/n le hubiera gustado mucho venir, desde hace mucho tiempo que quiero darle unas vacaciones. Se las merece.

Tocan la puerta ya salgo del baño terminando de peinar mi cabello con las manos.

Agarro el maletín con todas las propuestas y me apresuro a abrir la puerta.

Es Robert.

R: Vámonos rápido, ya están en la sala y no nos conviene hacerlos esperar. 
A: Si, no queremos un ataque inesperado.
R: ¿Llevas el arma?
A: Si, nunca iría donde ellos sin estar protegido.
R: Eres sabio hermano. ¿Cómo lo tomó tu hija?
A: Se molestó por que me vaya sin una explicación y la deje con un chico desconocido.
R: No es desconocido. Lo conoces desde que era un crío.

Entramos a auto rápidamente y Robert emprende el viaje.

A: Exacto. Yo lo conozco, ella no.
R: Ya se irán conociendo.
A: Sólo espero no llevarme ninguna sorpresa por que eso más no lo toleraría.
R: Tranquilo, mi hijo fue educado para respetar a las mujeres.
A: Eso espero Robert. Sabes que mi hija es lo más importante que tengo.
R: Lo se Adrien, yo igual la quiero como a una hija. Nunca te hubiera aconsejado a mi hijo si fuera un malcriado. Podrémos tener una mala relación, pero lo eduqué para que respete a una mujer como se debe.
A: Espero que al menos en eso no salga igual a ti.
R: Estoy arrepentido Adrien pero no necesito que tú me creas, con que mi hijo se de cuenta es suficiente.
A: Yo te creo hermano, nunca te juzgaría por tu pasado. Yo también cometí errores que le costaron la vida a la mujer que amaba.
R: Lo único que nos queda hacer es venerarlas como lo que eran, amar y proteger a nuestros hijos.
A: Tienes toda la razón Robert.

○●○●○●○●○●○●

Estamos todo sentados en una mesa redonda muy grande.

Todos están vestidos con un smoking negro y una corbata negra con rayas grises.

Todos nos paramos cuando aparece nuestro mayor enemigo.

Tony Grimaldi.

T: Buenas tardes caballeros, es un placer tenerlos aquí.

Todos lo saludamos con un "Buenas tardes" mientras se pasa por toda la mesa estrechando la mano de cada uno de nosotros.

Toma asiento justo frente a mi y me clava la mirada.

T: Creo que ya saben por que estamos aquí, ¿no es así?
A: Así es.
T: Rose, hace mucho no te veía por aquí.
A: Déjate de juegos Grimaldi, resolvamos esto de una vez por todas.
T: No tienes derecho de exigir absolutamente nada. Tu infantil acto de chico enamorado me costó varios millones y la vida de mucha de mi gente.
A: Para eso estoy aquí, vine a negociar contigo.
T: Yo ya tengo seguro lo que quiero así que déjate de tus idioteces.

Tony se levanta y uno hombres vestidos de negro se acercan a Robert y a mi.

Intentamos sacar nuestras armas pero uno de ellos nos tira una bolsa y un polvo entra a nuestras fosas nasales impidiendo la entrada del oxígeno.
Ambos caemos y poco a poco vamos perdiendo la conciencia.






 Obscuros Secretos. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora