Obscuros Secretos. (Editando)

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El final. Pt1.

Narrador en tercera persona.

Payton Moormeier y T/n Rose se encontraban en los asientos traseros de una vagoneta Toyota negra del 2019 junto a sus madres y a James King, seguidos por cinco autos con veinticinco hombres armados dispuestos a rescatar a sus padres.

Ambos tenían la vista puesta en la ventana que mostraba una carretera de piedras y tierra mientras que Italia le iba dando la bienvenida a la noche.

Durante todo el día estuvieron preparándose para el rescate pues sabían que no sería nada fácil.

Los cinco prepararon un plan de rescate que luego de varias horas de discusión supieron que no podría salir mal.

El plan consistía en que t/n debía hacerle creer a Anthony Grimaldi que ella había ido hasta ese lugar para entregarse a cambio de la libertad de estos dos hombres pues Gema ya les había explicado de la obsesión que Anthony tenía hacia t/n.

Lo que no sabrían es que ella tendría un micrófono escondido en la parte trasera de su cabello para que así todos pudieran saber el momento exacto en el que saldrían.

Acerca de como t/n les haría creer que encontró el paradero de su padre (pues este era completamente secreto) crearon una coartada haciéndole creer que habían colocado un chip de búsqueda en el antebrazo de Adrien Rose por lo que hubiera sido imposible que ellos supieran.

Al estar a un kilómetro y medio del escondite de Anthony, t/n se bajó vestida con unos pantalones holgados negros hasta las caderas, una blusa negra con mangas blancas y rayas negras que le llegaba hasta el ombligo.

Payton peleó durante todo el camino insistiendo en que él la acompañaría pero los demás se negaron rotundamente, pues eso arruinaría el plan completamente así que no tuvo más opción que aceptar y dejarla ir.

Antes de que ella inicie su camino hacia la fortaleza él la sujetó del brazo haciendo que se detenga y se acercó a ella envolviéndola con sus brazos.

-Si algo pasa te prometo que te sacaré de ahí.- Le susurró en su oído antes de dejarle un beso en los labios. -No dejaré que nadie te ponga un dedo encima.

Ella sólo se limitó a asentir y comenzó su caminata.

Tal vez era un tanto largo el camino, pero no podían ponerse en riesgo y entrar todos de una sola vez, pues es más que seguro que la fortaleza debe estar vigilada por muchas personas y anticiparían su llegada y todo se arruinaría.

Durante su camino se desarregló el cabello, rasgó algunas partes de su blusa y el pantalón, al igual que esparció un poco de arena por todo su cuerpo dando una ilusión de que estuvo caminando por mucho tiempo o que seguro tuvo alguna pelea.

La noche había caído completamente cuando t/n ya se encontraba en frente de un inmenso portón negro con una letra "G" dibujada en el centro de este.

De pronto este se abrió por la mitad dejando ver a dos hombres de terno y un auricular con un cable que conectaba este a un aparato dentro del bolsillo del pecho, igual al de las películas de espías.

Pudo notar como estos hablaban entre si, al igual que hablaban apretando el aparato que se encontraba en sus orejas izquierdas, al parecer hablaban con alguien a través del aparato.

Uno de ellos se acercó a ella hasta posicionarse unos pasos adelante de ella y detallarla lentamente de arriba a bajo.

T/n se sintió algo intimidada por la expresión dura que mantenía el hombre pero ella se mantuvo en su lugar tratando de ocultar esa sensación.