14. Tomorrow

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MAINE

Playlist: BTS-Film Out

《●》

Después del desastre ocurrido a última hora en el bar, que llegué a mi casa caminando en puntillas como una bailarina y subí a mi habitación cargando a mi gata, decidí, trás pensarlo demasiado, acatar el plan de Edmund.

Me encontraba acostada en mi cama, cubierta por mi gruesa cobija rosada de flores, mirando el techo apenas iluminado por mi lámpara en la mesita de noche. Suspiré. No estoy segura de cómo iniciar, ni siquiera sé porque lo hago...

O simplemente no quiero admitirlo.

Cerré los ojos. Two Feet sonaba de fondo cuando, solo así, los abro para ver a Edmund claramente reposando sobre mí. Me miraba como el principito a su flor, lo que al instante me revolvió los sentidos, causándome un envolvente calor que se afincaba en partes donde nunca antes lo había percibido.

-¿Ya lo notaste, Maine?-me susurra roncamente con una media sonrisa. Ese acento italiano suyo estaba más acentuado de lo habitual.

-¿Q-qué?

-Estás desnuda.

Noto que tiene razón.

-S-si.

-¿Notas algo más?

-Prefiero que me lo digas.

Toma mi mano y la pasea por su fuerte abdomen, bajando por su ombligo, bajando hasta su miembro...

Me estremezco.

-Lo desnudo que también estoy-se pasa la lengua por el labio inferior-Lo dura que está mi polla.

¡Esas palabras! Trago saliva, con la respiración demasiado agitada. Abro la boca y la cierro, repitiendo la acción dos veces más...no recuerdo como se habla.

-Chico listo...

-¿Si, Maine?

-Yo...

-Dime qué quieres-me interrumpe, besando mi cuello, logrando que cerrara los ojos.

-Quiero...

-¿Si?-una de sus manos pasea por mi vientre, acariciando, para lentamente subir a mi pecho, tomar uno entre sus manos y apretarlo.

Toda acción genera una reacción, el Señor Newton lo tenía claro, por lo que mi espalda se arquea en placer, y mi boca soltó un sonido que solo demostraba lo bien que se sentía.

-Bésame, chico listo-pido, o más bien suplico.

-Maine-de golpe me sostiene las caderas y me pega más a su cuerpo para besarme. Mmmm. Ya era momento.

Le hundo las manos en el cabello negro mientras su boca reclama la mía. Nuestras lenguas luchan, nuestros labios chocan con mucha pasión, los suspiros se vuelven parte de la guerra, y solo puedo pensar en nada más que en Edmund y sus besos, sus roces, sus mordidas, sus toques... puedo ver chispas brotando de nuestro fuego.

-¿Ahora qué quieres?-pregunta. Su voz es baja y seductora, los ojos de venado que se gasta brillan como dos linternas.

-A ti-suplico de nuevo, mareada en calor.

-¿Dónde?-me pregunta sin dejar de tocarme, buscando que pierda más la cabeza, y si, lo consigue.

-Abajo-respondo, tímida, pero ansiosa.

Vuelve a acorralar mis labios en un húmedo beso que él domina. Pego un brinco cuando su mano envuelve mi pelvis, cuando sus dedos empiezan a moverse dentro de mí.

Más allá de este mundo (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora