31. Before

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Playlist: Luciano Pavarotti-Nessum Dorma

《●》

Narrador:

Italia, diciembre de 2017

Edmund Favino tenía quince años cuando se percibió a sí mismo por primera vez en la cumbre de la auténtica desgracia. Se hallaba parado en el borde del Ponte Sisto ubicado en su tan querida Roma, considerando obedecer a esa voz en su cabeza que le aconsejaba tirarse de una vez por todas. Miró hacia abajo, respirando a la misma velocidad que las corrientes de agua, envuelto en copos de nieve que cubrían sus pesados abrigos. Soltó un frío silbido y se quitó el cabello negro de la cara con reproche.

-Oh, mi Roma querida-gritó, levantando la cabeza al cielo lleno de estrellas-. Voy a lanzarme y ni siquiera intentes detenerme, ¿Lo has entendido? ¡soy un hombre infeliz que se ha quedado sin opciones o alternativas! ¡La vida me ha tratado con mucha crueldad esta noche! Por eso, Roma querida, me despido con la siguiente frase...

-Edmund-Tai llegó con las manos escondidas en los bolsillos de su pantalón. Miraba el espectáculo de su mejor amigo mientras se mordía el labio con la cara tallada en una mezcla de confusión y desencanto-¿Ya terminaste de volverte loco? ¡Baja de ahí o te vas matar!

-¡No!

-¡Baja, Edmund! ¡In fretta!

-¡Cállate, Taekwondo! ¡Estoy en medio de mis últimos momentos sobre esta tierra y lo estás arruinando!-Edmund se aclara la garganta y prosigue-: ¡Feliz aquel que todavía tiene esperanza de emerger de este mar de confusión! ¡Lo que se necesita no se sabe, lo que se sabe no se puede usar!

-Serás dramático...-Tai resopla y toma a Edmund por la manga-. Ven, tenemos que irnos a casa, desde aquí puedo oler el rico panettone de tu mamá y vaya que me muero de hambre, ¿Te gusta la idea?

-Non mi piace per niente.

-¡Edmund!

-¡Déjame morir tranquilo!

-Como quieras-Tai se sube en el borde del Ponte Sisto junto a él-. Entonces moriremos los dos, pero antes, ¿Por qué motivo vamos a morir en plena víspera de navidad? Pregunto por pura curiosidad, nada más.

-Uno, porque tengo el corazón roto, y dos, sólo moriré yo, tú puedes continuar con tu vida en Estados Unidos-Edmund lo mira mal-. Traidor.

Una de las razones por las que Edmund estaba enojado era esa. Su familia abandonaría Roma y se mudaría a Estados Unidos. A Edmund la idea de irse le tenía bastante molesto, eso le arruinaba la navidad por completo y todo porque el papá de Tai le ofreció un trabajo al suyo que simplemente no pudo rechazar. Estados Unidos no era lo que quería. Estados Unidos no era mejor que Roma. Allá no estaban sus abuelos, ni las salidas nocturnas a jugar fútbol con sus amigos, los paseos en bicicleta, su restaurante de pasta favorito o las tiendas de música antigua que amaba visitar con Tai.

-Uno, será divertido vivir en Estados Unidos porque me tendrás a mí de vecino-Tai le sonríe-. Y dos, si tú mueres yo también tendré que morir. Vivir en un mundo que no te tenga simplemente no es una opción, Edmund.

Edmund mira a Tai a su lado y, por primera vez en dos horas, sonríe.

-Vaya, eso fue...vaya, ¿Qué debo hacer ahora? ¿Darte las gracias o besarte?

Tai se baja del borde, aterrado.

-Aléjate de mí, Favino. Te creo muy capaz.

Ambos se ríen. Tai se sienta en un banco cercano.

Más allá de este mundo (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora